Ser tan popular como un bicampeón del mundo de MotoGP tiene sus desventajas, pero en ocasiones te puedes permitir cosas tan simpáticas como hacerte el loco y simular que te has perdido para disfrutar de las palabras de ánimo de cualquier ciudadano al que le preguntas.
Esto precisamente es lo que hizo Marc Márquez en Villamartín, en la provincia de Cádiz, después del Gran Premio de Jerez donde acabó tercero. Pese a la lluvia los ciudadanos de la localidad pudieron disfrutar de una divertida jornada. Un ama de casa con sus rulos y todo, el dueño de un taller con un equipo en el CEV y los empleados de una gasolinera acompañaron al piloto de Cervera.
Vía | Repsol