Nada grande hay en el mundo que no se haya conseguido sin pasión."
Georg Wilhelm Friedrich Hegel.
Si hay algo que mueve a las personas, que las lleva a dar respuesta a las preguntas más complicadas, a hacer locuras jamás imaginadas o a abandonar la lógica para dejarse llevar, eso es la pasión. Un sentimiento tan profundo que puede superar cualquier barrera y que se manifiesta en tu interior guiándote a tu felicidad. Éste es el caso de Adam Cramer, un mecánico lócamente enamorado de un estilo, de dos ruedas y un sonido.
Su historia nos la trae Andrew David Watson, un director de cine que por fin pudo dedicar una parte de su escaso tiempo libre para contar lo que verdaderamente le gusta y no lo que le mandan. Puede que normalmente tu trabajo lo haces lo mejor que puedes pero cuando es esa pasión por algo lo que te mueve y no el dinero a fin de mes, se nota. Y no hay mejor ejemplo que éste corto de poco más de cuatro minutos para demostrarlo.
No son sólo las más de doscientas bellas máquinas que allí ven pasar el tiempo. Las tomas, la banda sonora perfectamente sincronizada con la imagen o las palabras de una persona que siente el motociclismo por sus venas hacen de éste vídeo algo digno de ver, escuchar y observar con atención tantas veces como hagan falta. Así lo cuenta su creador:
Si me conoces de verdad, sabrás que amo cualquier cosa con dos ruedas. El único "trabajo" que he tenido (aparte de director de cine) fue mecánico de bicicletas en el instituto y la universidad. Ésta pasión por las dos ruedas se ha convertido en trabajar y reparar motos de época, Hondas mayormente. Hay una tienda de motos de época espectacular en Filadelfia llamada "Liberty Vintage" llevada por un tipo increíble, Adam. Siempre he querido hacer un pequeño documental en la tienda, y la otra semana me encontré en la ciudad con todo mi equipo de rodaje así que le llamé y se mostró encantado. Es fácil quedar atrapado en la vida real, pagando facturas, trabajando en los proyectos de otra gente, etc... pero decidí que de verdad quería y necesitaba hacer algo personal, algo que desde el principio hasta el final pudiera decir que es mío, algo propio. Pasear por la tienda de Adam durante dos días fue fabuloso, y las tomas que conseguí fueron aún mejor. Normalmente odio el montaje, pero en éste caso no podía esperar más."