Un Lamborghini Huracan de 1.100 CV tuneado y la KTM RC16 de MotoGP pilotada por Dani Pedrosa. El escenario, una pista kilométrica y un 'a ver quién llega antes'; parece la fórmula perfecta para entretenerse unos minutos y ver quién gana, si coche o moto.
Esta drag-race es de las que marcan época. El imponente Lamborghini Huracan Spyder al estilo Frankestein que suelta llamas por el escape quizá se achante ante el poderío de la MotoGP, que tiene mucho que decir con sus casi 300 CV.
1.100 CV del coche vs los 270 CV de una MotoGP: ¿quién va más rápido?
Tener a Dani Pedrosa subido a una KTM en una drag race tiene que imponer... Excepto cuando estás sujetando el volante de un Franko-Lambo con 1.100 CV. Una máquina con motor atmosférico V10 de 5,2 litros modificado por el garaje JM Imports.
Y es que los preparadores le han instalado al coche de producción italiano hasta turbocompresores para llegar a los 1.100 CV, y eso que tenía 610 de serie. En números, su 0 a 100 km/h es de solo 3,1 segundos.
La bestia amarilla es todo un portento y hasta le han quitado el difusor para imponer todavía más. Además tiene tracción a las cuatro ruedas y un peso de 1.507 kg.
En el otro lado del carril, nuestra protagonista y apuesta personal: una KTM RC16 de MotoGP. La bestia de Mattighofen monta un motor V4 que produce la friolera de 270 CV y 120 Nm de par motor. Y subido a ella, Dani Pedrosa. En este caso, la RC16 tiene la ventaja potencia-peso.
Parece que sobre el papel el coche italiano es quien tiene todos los boletos para ganar en la carrera de media milla... Y eso pensaba su conductor en los primeros compases. Lo que empezó muy bien demuestra que 270 CV pueden holgadamente con más de 1.000 CV.
Por delante, la competición al mejor de tres. Mejor que lo veas en vídeo (para no hacerte spoiler), pero te podemos garantizar que ante todo pronóstico, hay un claro ganador en dos de las tres tandas... Y es que la KTM exprime poco las marchas cortas y demasiado las largas.