Jeff Nash es un expiloto americano y actual propietario de AMS Ducati. El concesionario echó el guante a una moto mítica como la Ducati Supermono y la restauró por completo para que alguien pudiera disfrutarla. Así que si estás cansado de esos vídeos en los que la música lo estropea todo, estás de suerte.
Son sólo dos minutos de ruido, pero de un ruido extremadamente placentero para los amantes de las motos. Un sonido de monocilíndrica sideral de los 90 que ya brilla en el cielo del motociclismo. Es la unidad 22 de 67, y lo que sale por su Termignoni es un regalo.
Ducati Supermono, el alter ego de una Moto3 en los años '90
Solamente se fabricaron 67 unidades de las Supermono entre 1993 y 1995 con el único propósito de ganar carreras en el campeonato para monocilíndricas que, casualmente, lleva su mismo nombre. Un certamen que por reglamento permite correr a motos de hasta 800 cc y 95 kg de peso máximo con la única restricción de que no tuvieran más de un cilindro.
Como te puedes imaginar, la libertad y posibilidades que ofrece este libro técnico llevó a algunos fanáticos de las carreras a dejarse barbaridades de dinero en crear prototipos con los que correr o engendros tan raros como la Yamaha SZR 600, una deportiva muy poco conocida con el motor de las Yamaha XT 600.
La Supermono fabricada a principios de los años '90 aun hoy se ríe en la cara de las actuales deportivas de menos de 400 cc con motores monocilíndricos (o bicilindricos). Sería, posiblemente, lo más parecido que pudieras encontrar a una Moto3 del mundial hace casi 30 años, aunque siguiendo para su creación un camino muy diferente.
Su exterior esta firmado con el inconfundible sello de Pierre Terblanche, con unas formas de Ducati perfectamente reconocibles y líneas que posteriormente influenciaron la estética de las primeras Ducati Supersport de inyección.
En el interior se utilizaron las mejores soluciones como inyección electrónica, refrigeración líquida, llantas Machesini de magnesio, suspensiones Öhlins casi de Gran Premio, frenos Brembo, y carenado, subchasis, depósito, airbox, estriberas y soporte del cuadro de fibra de carbono, ... Todo aderezado por una ingente cantidad de materiales nobles que dejaban el peso del conjunto en 122 kg.
Pero la joya de la corona era el motor, un monocilíndrico derivado del bicilíndrico en L a 90º utilizado por la Ducati 888 de carreras, al que le cercenaron el cilindro superior. Al cilindro horizontal se le incrementó la cilindrada hasta 550 cc (570 cc en 1995) con una potencia de 77 CV. Para lograr el equilibrado del motor se dejó una biela fantasma (la del cilindro vertical), que evitaba las vibraciones.
Con todo esto te podrás imaginar que las Ducati Supermono son todo un caramelito para los coleccionistas. La unidad del vídeo que te mostramos al principio fue vendida hace tiempo, pero a un precio que ni siquiera se hizo público.
Fotos | AMS Ducati