Ha llegado vuestro turno. Después de que os hallamos contado nuestra primera vez en diversas situaciones moteras, vamos ha comenzar a publicar las historias y aventuras que nos habéis ido mandando al correo laprimeravezenmoto@motorpasionmoto.com . Y por cierto, aún estáis a tiempo de seguir enviándolas que nosotros seguimos leyendo todas y publicando las más interesantes.
La primera vez que os traemos hoy, sin lugar a dudas, es muy curiosa y de lectura entretenida. Así Xavi nos cuenta un viaje muy especial a bordo de su Honda CB500 del 1994 desde Barcelona hasta Escocia celebrando su viaje de novios. Pero mejor os dejo con su texto y fotos que ahora es vuestro turno.
Guardo un fantástico recuerdo de todas las motos que he tenido y si no fuera por el dinero, creo que me las hubiera quedado todas y cada una de ellas. Mi primera moto me la compré con 19 años y ahora tengo 31, por aquello de "cuando tengas dinero, te la pagas tu" que imagino que más de alguno por aquí habrá oído. La pagué en 4 meses y cada cuota representaba algo más del 50% de mi nómina. El resultado, una Honda CB two-fifty de segunda mano, que no era precisamente un pepino pero fue mi preciado tesoro durante un par de añitos.
Desde aquella CB, he pasado por una Honda CBR600F complementada con una SH100 y una KTM 640LC4 SM. Ahora en mi garaje aparco mis tres juguetes: una T-MAX, una R6, una XR250 y la montura de mi mujer una Honda CB500 del 1994 (su primera moto además). Y es precisamente de esta última moto de la que os quiero hablar. Me casé en el 2009. Meses antes, debatiendo dónde ir de viaje de novios, me dice mi futura mujer: "oye, ya se que es un poco raro para un viaje de novios, pero … ya que a ti no te acaba de gustar mucho esto del rollo complejo hotelero y estas cosas, ¿por qué no hacemos un viaje en moto?". Esto de tener una mujer motera tiene sus ventajas y dije que si directamente sin pensarlo un segundo.
Yo por aquel entonces tenia la KTM 640LC4 SM de supermotard y por tanto el único vehículo "adecuado" para hacer un viaje en moto era la CB500 del 94. Al principio nos pareció muy atrevido y nuestros amigos decían que estábamos locos. La CB500 es una moto robusta pero mecánicamente sencilla y por tanto esto era un punto a favor por si nos quedábamos tirados por el camino. Y que narices, si en casi 100.000 Km. que tenía nunca le ha pasado nada ¿por qué iba a ocurrir nada durante el viaje? Decidido, 20 días de viaje con un destino muy claro, Escocia. Habíamos hecho centenares de excursiones en moto, pero las únicas tierras internacionales que habíamos cruzado sobre dos ruedas era Andorra . Este era nuestro primer viaje largo.
Semanas antes de la boda, estuvimos preparando todo el plan: ruta, hoteles, etc. Y yo iba haciendo el inventario motorista: unas manetas de embrague y freno de repuesto (nunca se sabe), grasa para la cadena (allí llueve día si día también) e instalé una toma de mechero para poder conectar el GPS del coche que luego puse en la funda transparente de la bolsa de dos pisos sobre-depósito. Al final decidimos no cruzar Francia, cogiendo el Ferry que sale de Bilbao y te deja en Portsmouth. De este modo, podíamos aprovechar más días allí e iríamos menos cansados.
Pues nada, llegó la boda pero tranquilos que no os voy a hacer un pase de fotos. Dos días más tarde salíamos de Barcelona camino a Bilbao. Lo del Ferry fue de lo más acertado, pierdes un día y medio pero nos queríamos centrar en Escocia. Subir Francia "del tirón" hubiera sido muy cansado y hacerlo de "tranquis" perder días. Noche en Bilbao, y a primera hora de la mañana tocaba coger el barco. La moto entra en reserva unos pocos Kilómetros antes de llegar al puerto, no me había fijado que íbamos tan justos. Ya no da tiempo de volver atrás a una gasolinera, así que decidimos subir al barco y ya nos buscaremos la vida cuando lleguemos.
Pasamos día y medio en el barco (movidito, muy movidito) y llegamos a Portsmouth. Unos cartelitos gigantes nos avisan tras cruzar el control policial en riguroso castellano y en mayúsculas "ATENCIÓN: CIRCULE POR LA IZQUIERDA". Y solo salir: una rotonda. Dios, que raro se hace esto de hacer las rotondas "al revés". Radares por doquier en cualquier avenida, señalización vertical en millas por hora, nuestro marcador en Km/h y mi cerebro demasiado nervioso como para hacer matemáticas. Tras un poco de tensión con la moto dando tirones ya por la falta de gasolina, vemos una gasolinera y repostamos. Ahora si, ya estamos más tranquilos y estamos en UK. Toca cruzar Inglaterra rápidamente, para llegar a tierras escocesas.
Teníamos por delante 17 días y algo más de 5000 Km por recorrer. Leí muchas crónicas de viajes a las highlands en algunos foros españoles y mucha gente te habla de la lluvia. Pero la lluvia es lo de menos, ¿por qué nadie habla del viento? hace un viento terrible, de esos que te desplazan la moto de carril y tenerte que parar de la impotencia y desesperación por que ya empiezas a temer por tu integridad. Pensando que sería algo aislado, empecé a preguntar a los nativos que me confirmaban que si, forma parte de su clima.
Aparte de lo impresionante del paisaje, la comunidad motera funciona igual que aquí. Si te paras en una gasolinera, tienes conversación asegurada. La matrícula de la moto de mi mujer, es de las antiguas sin el distintivo europeo con la "E", así que éramos la comidilla habitual en cada parada: "¿De dónde sois ?", "de Barcelona, España", "¿en serio ? y ¿habéis venido hasta aquí con esto?" señalando con el dedo la CB500. La verdad es que la gente es muy amable, a la que te despistas te están invitando a cerveza y los conoces de hace un rato. Como os podréis imaginar, allí no hay "Vs" ya que no vas a soltar el gas para sacar la mano derecha para saludar, pero también se saluda. Se hace una especie de reverencia con el casco hacia abajo ladeando un poco la cabeza hacia la derecha, al principio te resulta incluso cómico y yo acabé con un dolor de cuello impresionante.
Edinburgh, Dundee, Aberdeen, Inverness, Thurso, Ullapool, Skye, Fort William, Glasgow … por citar más o menos la ruta. Impresionante, precioso, sobretodo las highlands. Que puedo decir es el viaje más intenso, divertido y del que mejor recuerdo guardo de todos los que hemos hecho.
Y si, era el primero y en una Honda CB500 del 1994.
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