Yamaha GTS1000 por Roel Schaffers, una preparación que rompe las fronteras del espacio
Los chicos de Rocket Garage siempre nos regalan verdaderas maravillas. En este caso nos han traído una preparación sobre una de las motos más místicas de finales del siglo XX, una Yamaha GTS 1000 de 1992. Tomando esta base de suspensiones alternativas, Roel Scheffers no se ha conformado con un cambio estético, sino que ha replanteado todo el conjunto creando una naked muy especial.
Después de mudarse de Holanda a Noruega, mientras Roel hace de amo de casa, mecánico eventual y trabajos de ingeniería en CAD va dando forma en su mente a las ideas que posteriormente plasma en sus motos. Piezas, soluciones, motor donantes... el brainstorming no para, ni siquiera cuando va a ordeñar vacas.
La GTS1000 del espacio que aterrizó en los glaciares
Customizar una moto no es fácil, pero menos aún si es una gran rutera y quieres una naked agresiva
Tras haber modificado una BMW K100 y que su tío vendiera una Honda Paneuropean que le había prometido para modificar, le llamó la atención el reto de customizar una gran moto de turismo. ¿Podría convertir una aburrida moto de viaje en algo agresivo y rompedor? La respuesta la tenéis en las imágenes.
El mayor problema en la construcción de la GTS ha sido la inversión que tuvo que hacer en un gran torno. Viviendo en el norte de Noruega las cosas no se consiguen tan fácilmente, pero Roel necesitaba tornear un montón de piezas para este proyecto sin tener que depender de un colaborador externo.
Nada más recoger la GTS en el norte de Holanda, Roel ya supo lo que iba a hacer con la moto: tenía que ser muy baja, con basculante monobrazo en ambos ejes y tenía que estar envuelta en metal a la vista.
Por primera vez en una moto sacó a pasear todas sus herramientas para dar forma a una plancha de metal. Tanto el depósito como el asiento/colín nacieron a partir de una misma hoja de aluminio sin forma, el trabajo de modelado fue realmente intenso.
El chasis tipo omega de la GTS tampoco ha quedado intacto precisamente. Varias de las piezas que lo componen han sido sustituidas por otras menos masivas pero con la misma resistencia para dar un aspecto más ligero y moderno. Tanto algunos agujeros del chasis como de las suspensiones han sido rellenados con soldadura para aumentar aún más la primera impresión limpia y clara.
El listado de pequeñas piezas hechas a mano es casi infinito, porque todas las piezas que componen la moto tuvieron que ser en mayor o menor medida modificadas. Todas.
El intenso y minucioso trabajo de Roel Schaffers se nota en cada una de las piezas que componen esta GTS modificada
Conseguir un doble basculante monobrazo fue el mayor de los retos para construir esta GTS tan especial. El delantero ya estaba, pero fue profundamente modificado para alojar una nueva llanta ensanchada de Honda NSR150SP y rebajar su altura considerablemente. Como consecuencia del cambio en la altura del tren delantero todos los reenvíos de la dirección hubo que diseñarlos en ordenador y hacerlos a mano.
En el eje trasero el trabajo fue más intenso aún si cabe al quitar el basculante convencional y sustituirlo por uno de Honda VFR y montar un amortiguador de Buell X1. El anclaje del basculante al chasis hubo que hacerlo por completo a medida, al igual que las bieletas de la suspensión trasera que dejan la zaga a la altura ideal.
Con el objetivo de crear una línea muy baja, los recorridos de la suspensión se han acortado al mínimo dejando una moto cuyo punto más alto está sólo a 820 mm del suelo.
El reto de la carrocería iba a suponer un quebradero de cabeza para Roel. La decisión de no pintar la carrocería estaba tomada desde el principio, lo que implicaba que el trabajo debía ser perfecto. Inspirándose en un look espacial, el asiento/colín y depósito, añadiendo un toque rompedor. Literalmente.
La mires por donde la mires, la moto de Schaffers se aleja mucho de ser convencional. Disfruta observando cada uno de sus rincones
El depósito recibe un buen tajo por ambos lados, dejando a la vista parte del motor pintado en azul celeste, la admisión y un reloj escondido en el lateral izquierdo. Tres fueron los intentos de diseñar el depósito y el asiento antes de conseguir el definitivo que luce ahora.
El motor de Yamaha FZR1000 no sólo está pintado para dar un toque de color a la moto, sino que también se ha modificado con una admisión abierta con trompetas hechas a mano, los silenciadores IXIL se han modificado y los colectores se han hecho a medida. La electrónica se ha cambiado por una Dynojet y puesta a punto en banco de potencia.
Para mejorar aún más la compacidad y el aspecto general, el sistema de refrigeración se ha hecho casi desde cero con un radiador curvo que discurre verticalmente tras la rueda delantera. Las líneas del refrigerante han sido redirigidas y simplificadas para dejar menos tubos a la vista.
No es fácil convertir las atiborradas tripas de una GTS1000 en algo atractivo, compacto y minimalista, pero Scheffers ha conseguido buscar sitio para todo lo necesario y dejar una línea limpia y muy apetecible. Escape, suspensiones, dirección... todo está colocado muy junto, pero de una manera ordenada y lógica.
La guinda del pastel es un faro de Harley Davidson V-Rod con soporte de aluminio y una pequeña rejilla en su lateral derecho para cohesionar la estética con la zaga.
Radical, minimalista, y muy distinta a lo que estamos acostumbrados. La GTS1000 de Roel Schaffers no es precisamente una moto convencional.