Echando la vista atrás podemos recordar una de esas idas de olla bien grandes. Al bueno de Russell Sutton no se le ocurrió otra cosa que hacerse un motor de avión en configuración radial uniendo nada menos que nueve motores provenientes de Honda XR600. El resultado fue una monstuosidad que fuera de todo pronóstico, ¡funcionaba!
Por si aquella locura de engranajes, bielas a medida y sincronizaciones no fuera suficiente, Sutton ha vuelto a la carga y esta vez lo ha hecho rizando aún más el rizo. Cuatro años después tiene en marcha un motor radial de doble bancada fabricado con siete motores de Yamaha XV1700 Warrior.
El segundo y el más complejo de su especie
Haciendo un total de 14 cilindros, la complejidad de esta nueva demencia es extrema pero el talento de Sutton ha conseguido que funcione hasta el punto de haberle montado ya incluso una hélice. Por si hacer que toda esta maquinaria funcionase apropiadamente te parecía fácil, los colectores de escape van a parar a un turbo implementado a medida.
El cigüeñal para albergar todas estas piezas mide la friolera de 500 mm (¡medio metro!), las bielas principales miden 300 mm y el cubicaje total de este monstruo es de 11,7 litros. La necesidad de añadir un turbo ha sido para conseguir algo de potencia ya que la compresión se ha reducido a 8,3:1.
Asociado a la hélice con la que quiere impulsar (suponemos) una aeronave, el resultado es de unos 700 caballos, 50 cv por cilindro.
Ahora Sutton está ultimando el funcionamiento de la bomba de aceite y de los inyectores. En cualquier caso y viendo la experiencia que acumula este hombre y de lo que es capaz en sus ratos libres está fuera de toda duda que conseguirá hacerlo funcionar.
¡El mundo necesita más personas como Russell Sutton!