Violencia, intimidación e impunidad. Los robos de motos ya son un problema insalvable en Londres
Las motos siempre han sido un objeto codiciado por los ladrones. Relativamente pequeñas, valiosas, fáciles de colocar por piezas... Ya conoces la historia. El problema es que ahora ha quedado atrás el móvil económico del robo de motocicletas, ahora robar motos se ha convertido en una forma fácil de conseguir medios para cometer otros crímenes en Londres, ciudad en la que los delincuentes actúan con total impunidad.
Al margen de la simple curiosidad, los vídeos pueden servirnos para comparar la magnitud de dos problemas iguales en origen pero que han adquirido magnitudes muy distintas entre Estados Unidos y Gran Breataña. En Londres se les ha ido completamente de las manos.
De la simple anécdota a un problema de seguridad
Lo que acabamos de ver ocurrió en Pennsylvania, donde una grabación de seguridad muestra cómo un sospechoso de robo intenta hacerse tímidamente con una pequeña Honda MSX125 frente a la casa de un motorista. Casualmente, este motorista llamado Peter Kim, además de carnet de moto también tiene licencia de armas así que salió empuñando su 9 mm y haciendo correr al ladrón como si hubiera visto al demonio.
No se trata ni mucho menos de una oda a la Asociación Nacional del Rifle, ni es un mensaje pro-armas, pero tener una mínima capacidad de respuesta (capacidad que debería proceder de los cuerpos de seguridad directa o indirectamente, de manera disuasoria) frente a un asalto produce situaciones tan curiosas como ver a un temible hombre adulto corriendo despavorido. El siguiente vídeo no hace tanta gracia.
El vídeo tomado desde el interior de la casa por la propia víctima, Simon Donaghy, demuestra la capacidad de actuación que han conseguido los ladrones de motos. Ya no sólo saben cómo hacerse con el control de motos modernas en cuestión de minutos, sino que controlan mediante actitudes violentas todo lo que ocurre o pueda ocurrir a su alrededor.
En el caso de Donaghy, le alertó un ruido de scooter parado delante de su casa en plena noche. No era un vecino sino parte de una banda que iba a robar su Ducati 899 Panigale.
Un total de seis hombres acudieron a por el preciado botín: dos robaban la moto, dos vigilaban y otros dos le fueron a amenazar a su propia casa. Los encargados de intimidarle comenzaron a golpear la ventana y la puerta a pie de calle, mostrando a Simon un cuchillo y un martillo con el que le amenazaban y le invitaban a salir de casa.
Parte de la situación fue grabada con el móvil, donde se le escucha decir "No, no. Están intentando entrar en casa y tienen un cuchillo", hasta que se le cayó el teléfono al ver cómo le amenazaban por la ventana. Acto seguido, otro de los ladrones lanzó un cono de tráfico contra la ventana por la que estaba mirando y la rompió.
Habiendo sido víctima de otros robos, la Ducati 899 Panigale personalizada había sido atada a conciencia con cadena de seguridad, funda, alarma, localizador y varios anti-robos. Ninguno de ellos sirvió para disuadir a los ladrones que se acabaron llevando la Ducati antes de que llegara la policía.
Donaghy afirmaba que "me han intentado robar esta moto más o menos cada tres meses, unas 12 o 15 veces en total, pero la policía siempre llegaba antes de que pudieran llevársela". Según sus propias palabras, tardaron 10 minutos en llevarse la moto, y la policía llegó a los 12. A poco más de un kilómetro apareció el localizador desmontado.
La policía está investigando lo ocurrido pero no hay detenidos por el momento. Se sospecha de dos relacionados con el reciente apuñalamiento y muerte de un joven de 31 años por el robo de un Rolex del que huyeron en scooter y fueron captados por cámaras de seguridad.
Robos, un problema de magnitudes bíblicas en Londres
En Reino Unido, más concretamente en Londres, el robo de motos se ha disparado de una manera estratosférica sobrepasando cualquier límite razonable. Las bandas organizadas actúan con total impunidad, incluso a la luz del día y se dedican a publicar posteriormente sus hazañas en redes sociales mostrando sus botines como ya te contamos hace unos meses.
En total se han contabilizado según The Sun 8.132 crímenes en los que se han utilizado al menos un scooter como vehículo de huida sólo durante los cinco primeros meses de 2017, un incremento del 1.000% en los últimos tres años. Una media de 54 al día que pone de manifiesto la disparatada legitimidad con la que los ladrones preparan, ejecutan y huyen sus delitos.
Las cifras que maneja la policía de la ciudad londinense asustan. Se estima que 15.000 scooter, ciclomotores y motocicletas fueron robadas en Londres durante 2016. Lo peor es que no son simples robos, sino que esos vehículos en lugar de ser vendidos en su mayoría son utilizados para la ejecución de otros delitos como tirones de bolsos, sustracciones de móviles o carteras, distribución de drogas, transporte de armas o como vehículos de huida según las fuentes policiales.
La magnitud adquirida por el problema de los robos en la City ha sobrepasado a los cuerpos de seguridad hasta el punto de tener que recurrir a la colaboración ciudadana para minimizar las motos robadas ya que cuantas más motos se roban, más fáciles se vuelven otros crímenes.
Cressida Dick, Comisionada de la Policía Metropolitana, afirmaba que "es necesario concienciar a los propietarios de scooter de que aseguren bien sus motos contra los ladrones, no sólo para evitar sus robos sino para poder acotar los delitos derivados que se puedan cometer después".
No es una petición descabellada. Nadie está pidiendo que todos los motoristas actúen como Tom Hardy y neutralicen a los ladrones de scooter, sino que colaboren para evitar el robo de vehículos que posteriormente puedan ser utilizados para generar aún más crímenes, y vuelta a empezar.
De ser simples ladrones de motos aislados, las bandas ahora son organizaciones criminales cuya violencia ha ascendido amparados por una justicia que no consigue actuar con efectividad, convirtiendo a ladrones de medio pelo en gánsters con maneras de los años 50 a quienes les da igual absolutamente todo.
En vista de que los usuarios ven que las autoridades no pueden acotar el problema, los ciudadanos se están organizando para procurarse una mayor vigilancia. Los grupos de Facebook en los que publicar y dar visibilidad a las motocicletas robadas han proliferado con fuerza tratando de multiplicar los ojos vigilantes en la calle.
Por otro lado, y cansados de no poder hacer nada, se han creado otras formas de organización menos públicas como The UK Motorcycle Theft Protest a través de las que sus miembros se dedican a vigilar a los ladrones identificados y notificar sus movimientos para intentar prever o disuadir las intenciones de los sospechosos.