Es un eslogan muy manido, demasiado, pero sigue vigente como veremos en un caso real a continuación. En plena ciudad de Girona, en las cercanías de un hospital, en una recta con dos carriles para cada sentido de circulación, con una excelente visibilidad, aceras muy anchas, pasos de cebra y carril bici, la policía local nos planta un radar para controlar la velocidad de los usuarios de esa vía. Ese tramo en cuestión, se encuentra entre dos rotondas con pasos de cebra bien visibles para los vehículos que circulan por el.
Desde uno de los mencionados pasos de cebra, se han tomado las fotografías que ilustran este artículo para que veáis a lo que nos referimos. En la foto de portada, a la derecha y entre los dos árboles, se ve el radar montado en su trípode pero es que la siguiente instantánea no deja lugar a dudas de lo “sinuosa y peligrosa“ carretera dónde la administración debe “velar por nuestra seguridad“. Y suerte que el vehículo del agente controlador se sitúa fuera de nuestra vista y aparcado bajo un edificio porque en ocasiones se le ha visto parado en medio del carril bici que se ve, algo completamente ilegal.
La verdad es que no es la primera ni la última vez que veremos este tipo de escenas pero personalmente creo que debemos protestar y sacar a la luz este tipo de cosas. En este tramo urbano de circulación, no me pueden hacer creer que la finalidad de ese radar, no es otra que recaudatoria. En cambio, la policía descuida otras zonas más conflictivas que quedan sin vigilancia dónde si convendría regular el tráfico. En un país maltrecho por la crisis, debe cambiar mucho la manera de pensar de los que mandan para salir del atolladero y este, es un ejemplo más. Hay que dejar la picaresca y dedicarse a servir y proteger al ciudadano, no exprimirlo, no creemos que sea tan difícil.
En Motorpasión Moto | Dirección General de Tráfico, “Seguí-mos” igual…