Quienes circulen habitualmente por carreteras nacionales, secundarias o tramos de montaña sabrán bien de un peligro que muchos ignoran y que dejan al azar: los animales. Encima de una moto se multiplica la peligrosidad al colisionar con ellos por razones evidentes.
Hay un pequeño truco que hasta la propia Guardia Civil utiliza y recomienda: es un silbato. Ellos ya lo han instalado en algunos de sus vehículos oficiales, y cualquiera puede hacerlo.
Un silbato que ahuyenta a los animales y que vale entre menos y nada
A depende qué horas del día, los animales se ven inevitablemente atraídos por el ruido o luces de los vehículos que circulan. Muchas veces salen a la caza de ellos, y las consecuencias son fatales.
Especialmente en el caso de las motos: encontrarse con un animal de frente y esquivarlo sobre dos ruedas es complicado. Y en caso de impactar, no existe la protección que uno tiene en un coche. Las consecuencias se explican solas.
De hecho, según datos de la DGT, anualmente, más del 30% de los siniestros registrados involucran a ciervos, corzos o jabalíes. El mejor ejemplo es el de Castilla y León: de 18.667 accidentes, en 11.454 de ellos estuvieron implicados animales.
Una de las medidas a las que se ha recurrido son unos pequeños y baratos dispositivos en vehículos oficiales que ahuyentan a estos animales cuando se va en plena circulación. Son silbatos ahuyentadores, o así se los conoce popularmente.
La Benemérita los coloca en algunos coches y motos de la Agrupación de Tráfico, y no son radares. Se suelen colocar en las rejillas o en el radiador, y son pequeños pero visibles.
¿Cómo funcionan los silbatos ahuyentadores? Se activan a más de 50 kilómetros por hora y generan sonidos de muy baja frecuencia que ahuyentan a los animales y que al mismo tiempo son imperceptibles para los humanos. Es decir, que son disuasorios. De hecho, la Guardia Civil lo ha recomendado en varias ocasiones a través de sus redes sociales. No supondrá ninguna multa ni mucho menos.
Estos pequeños aparatos se pueden comprar en cualquier tienda por un precio que oscila entre el euro y los 10 euros, dependiendo de dónde se compre.