La Dirección General de Tráfico (DGT) va a estrenar a lo largo del año 26 nuevos radares que afectarán tanto a los tramos de carretera como a los tramos en ciudad.
Estos cinemómetros están incluidos dentro de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2021-2030 que la DGT anunció a finales del año pasado y que busca mejorar la seguridad vial poniendo freno, sobre todo, a los excesos de velocidad que tienen algunas vías.
Más radares con mejoras técnicas como sinónimo de seguridad vial
2022 se ha convertido en el año clave en el que la Dirección General de Tráfico ampliará significativamente el número de radares en carretera. Concretamente, se sumarán a la flota existente otros 26 nuevos cinemómetros buscando reducir los percances en carretera.
Se sabe que de estos 26 nuevos radares, diez de ellos serán fijos e irán rotando por las diferentes cabinas instaladas en el territorio nacional. Los otros 16 serán de tramo y se encargarán de controlar la velocidad media por la que pasamos en diferentes puntos, como los de un túnel por ejemplo, pero... ¿sabemos la diferencia realmente entre cada uno de ellos?
Tipos de radares y características
El exceso de velocidad junto con las distracciones (ya sea al volante que a los mandos de la moto), han sido los puntos en los que más se ha centrado la DGT a la hora de combatir los accidentes de tráfico a lo largo de estos años. Y una de las herramientas que más ha utilizado (y utiliza) han sido los radares. En España actualmente se utilizan tres tipos diferentes: los fijos, los móviles y los de tramo.
- Radares fijos: Este tipo de radar se encuentra instalado permanentemente en en pórticos o en cajas metálicas en el margen de las carreteras. Los elementos que lo conforman son el cinemómetro, la cámara y el flash, pudiendo ir por separado o bien albergar todos ellos en el interior de una caja.
Siempre van señalizados y actualmente hay un total de 780 dispositivos activos, a los que se sumarán los 10 mencionados.
- Radares de tramo: disponen de al menos dos cámaras, normalmente infrarrojas, que se ubican a la entrada y a la salida de dos puntos en concreto. Éstos suelen estar colocados en túneles y tramos con gran afluencia. Los datos recogidos por estos dispositivos son procesados por una computadora, que determina si ha habido exceso de velocidad en función del tiempo que ha tardado en recorrer esos puntos haciendo una media de la velocidad.
Al ser una instalación fija, también están señalizados. A día de hoy hay 92 radares de tramo en España, que se incrementarán a 108 a o largo de este año.
- Radares móviles: a diferencia de los anteriores, no cuentan con una instalación fija. Normalmente van dispuestos en trípodes o vehículos y pueden multar tanto en posición estática como en movimiento.
La ley no exige que vayan anunciados, por lo que algunas veces van señalizados y otras no. En total la DGT dispone de 545 de estos cinemómetros.
Dentro del grupo de los radares móviles, la DGT introdujo en 2018 los Velolaser, o lo que es lo mismo, los denominados radares invisibles. Estos pequeños radares móviles pueden ubicarse en trípodes, vehículos, incluso adheridos a la señalización vertical (señales, biondas) o hasta ser transportados en las motos de la Guardia Civil, lo que los hace prácticamente indetectables.
Entre sus funciones más destacadas están las de detectar a los infractores que pasen entre 15 y 50 metros y hasta dos carriles desde su ubicación y con un rango de actuación que puede alcanzar medidas que van desde los límites a 30 km/h hasta 250 km/h. Además, funcionan igual de bien por el día que por la noche pudiendo discriminar la tipología del vehículo utilizado (turismos, comerciales, industriales...).
La DGT también también han instalado radares móviles en sus helicópteros Pegasus aunque sus funciones han ido más allá de detectar los excesos de velocidad, como por ejemplo la de evitar maniobras ilegales o denunciar distracciones a los mandos de un vehículo. La DGT dispone de 12 de estos helicópteros.
En cuanto a los drones de la DGT, no están preparados para sancionar excesos de velocidad, pues no van equipados con un radar. Si bien de los 39 que de los dispone Tráfico 23 están preparados para emitir denuncias, las mismas están relacionadas con distracciones o malas prácticas al volante, como ocurre con los helicópteros.
No existe un nuevo tipo de radar para evitar frenazos
Hace unos meses, un bulo en Internet decía que la DGT había comprado radares con un sistema para evitar los frenazos antes del cinemómetro. Según el bulo, este nuevo dispositivo dispondría de dos cámaras separadas con la finalidad de detectar los excesos de velocidad durante un tramo más largo, neutralizando así la habitual práctica de frenar bajo el radar para evitar la sanción.
Sin embargo, después de ponernos en contacto con Tráfico nos advirtieron que este tema era falso y que actualmente no se contaba con esta tecnología y que tampoco tenían noticia de que se estuviese probando en forma de prototipo. "Los radares de la DGT son los publicados y comunicados, no hay más", explicaron. Además, en caso de que se utilizaran nuevas tecnologías, Tráfico aseguró que se informaría a los conductores por los canales habituales, como ocurrió por ejemplo con la llegada de los radares de tramo o de los drones.
Lo que muchos usuarios no saben es que existe una técnica parecida a esta completamente legal y que ya ha usado la Policía Foral de Navarra, que se basa en combinar un radar fijo con uno móvil. Este tipo de técnica está es conocida popularmente como radares antifrenazo (si el radar móvil se coloca muchos metros antes que el fijo) o de cascada (si el radar móvil se coloca unos cuantos metros después que el fijo).
Sea como fuere, las multas por exceso de velocidad son exponenciales en cuanto en tanto se supere el límite fijado en una vía o tramo. Las sanciones oscilan así entre los 100 y los 600 euros, y pueden llevar aparejada la resta de puntos: entre ninguno y seis.
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