Tener una moto es uno de los sentimientos más gratificantes para un motero. Saber que la tenemos disponible para ir de acá para allá, disfrutar de una ruta o simplemente de la movilidad diaria es pura gloria para los amantes de las dos ruedas, pero también tenemos un temor constante.
Las motos son muy susceptibles de robo y ninguna protección es poca para nuestras querida monturas. Por eso hoy nos toca ver, probar y analizar el dispositivo Komobi.
¿Qué es Komobi?
Cepos, candados, alarmas, más cepos, cadenas... Cada vez que dejamos aparcada la moto nos faltan elementos para asegurarla y, por desgracia, ninguno nos garantiza que podamos impedir un intento de robo sobre una de nuestras posesiones más preciadas. Y según el Ministerio del Interior se roba una moto cada 8 minutos en España, la mayoría scooter de baja cilindrada.
Komobi es algo así como una alarma silenciosa. Es un localizador GPS de alta sensibilidad que nos alertará de forma casi inmediata en el momento que alguien toque nuestra moto y sobre todo incrementará las posibilidades de recuperarla en caso de que sea sustraída gracias al seguimiento en tiempo real que nos ofrece dentro de su app.
La oferta de Komobi se despliega en dos niveles: por un lado tenemos el Komobi City que está planteado para usuarios de motos en entornos principalmente urbanos y, por otra parte, tenemos Komobi Pro para aquellos motoristas que, además de todas las funcionalidades de seguridad, quieran más información y un seguimiento pormenorizado de sus rutas además de la posibilidad de compartirlas con sus compañeros.
Pero lo primero es lo primero, y es ver qué hay dentro de cada una de las cajas de Komobi. Lo primero que nos encontramos es al propio dispositivo, un localizador con unas dimensiones de 4,7 x 7,8 x 2,4 cm. Es compacto pero no de los más pequeños que hemos visto de este tipo (aunque a cambio quizá con menos funcionalidades también). En su parte trasera viene con un adhesivo de 3M para su fijación y unos 60 cm de cable para ubicarlo donde mejor convenga.
La ventaja de Komobi es que no gasta batería de la moto. El dispositivo tiene una batería interna que no chupa batería de la moto, sino que se recarga cada vez que arrancamos para estar siempre al 100% con un uso semanal cotidiano. Su autonomía es de un mes, más o menos. En caso de robo y si el ladrón corta los cables, Komobi puede estar dos días emitiendo señales de aviso.
Por otro lado el kit dispone de un mando. Este pequeño llavero lo podemos llevar en las llaves de la moto y es interesante, pues se comunica con el dispositivo para identificarnos como usuarios y no ladrones, evitando que salten alertas innecesarias. La batería de este mando es de unos tres meses y su recarga se realiza en apenas una hora mediante un cable USB con toma magnética.
Aparte de estos dos elementos, el kit viene con una tarjeta con un código QR necesario para la instalación y unas pequeñas instrucciones, así como la garantía.
¿Cómo se monta el Komobi?
¿Y en la caja no hay nada de herramienta? Pues no, porque apenas necesitamos. Para realizar la instalación basta con tener a mano lo poco que necesitemos para acceder a la batería. Una vez localizada y sin tener que sacarla de su ubicación bastará con aflojar los bornes, conectar el cable rojo positivo al borne positivo de la moto y el negro negativo de Komobi al borne negativo de la batería.
Lo que sí nos ha parecido es que los terminales para la instalación son un tanto endebles y se doblan con relativa facilidad, así que hay que tener cuidado de no dañarnos y asegurarnos que el contacto sea bueno sin forzar estos elementos.
A partir de ahí la parte complicada de la instalación ya estaría hecha, quedando únicamente elegir dónde vamos a dejar instalado el dispositivo, pues tiene que estar fijado de manera firme y segura y dejar recogidos los cables sin que molesten, sin que se puedan dañar y sin que salten a la vista.
Viendo la escasa complicación de la instalación sobra decir que no hace falta ir a ningún taller ni recurrir a ningún profesional para realizar la operación. Cualquiera puede hacerlo con unos medios y conocimientos mínimos.
Instalación y calibración del servicio
Una vez que tenemos montado y bien fijado el dispositivo, toca instalar la aplicación, configurarla y calibrar el sistema. Para ello, la propia aplicación de Komobi nos irá guiando paso a paso.
Primero tendremos que rellenar los datos de nuestra cuenta para crear un nuevo usuario y lo siguiente será hacer mucho caso a cada una de las indicaciones que nos irán saltando. Es importantísimo que la calibración se realice correctamente, pues de ello dependerá que Komobi funcione de manera correcta.
Dentro de esta calibración tampoco es que haya que hacer nada complicado, simplemente una calibración vertical, una calibración horizontal y poco más. Lo único a tener en cuenta es que hay que hacerlo en el exterior para que la señal sea buena y haga una correcta lectura.
En nuestro caso tuvimos algún problema durante la instalación y el dispositivo no se quedó bien calibrado a la primera, pero así, de paso, pudimos comprobar que su servicio técnico funciona bien, nos dieron una solución rápida y realizaron una calibración remota de manera eficaz.
¿Cómo funciona Komobi?
Ahora, ya con todo montado e instalado empezamos a trastear con el Komobi y vemos que lo primero que nos ofrece es la posibilidad de guiarnos hasta la moto si no nos acordamos dónde hemos aparcado, pudiendo guiarnos a través de Google Maps de manera directa hasta nuestra montura.
Pero lo que realmente nos interesa de Komobi es qué hace cuando nos intentan robar la moto. Lo primero que tenemos es la opción de escoger entre dos tipos de alerta:
- Alerta de movimiento: con la moto aparcada nos saltará un aviso cuando el dispositivo detecte un cambio en la inclinación de la moto. Así podrá avisarnos de si la están intentando robar, si alguien se está haciendo una foto sobre nuestra moto o si la dan un golpe estando aparcada.
- Alerta de área: en caso de necesitar cierta capacidad de movimiento, este modo crea un perímetro de seguridad dentro del cual la moto se puede mover sin que aparezcan avisos en el sistema. Si la moto sobrepasa ese perímetro virtual entonces sí, Komobi se pondrá en modo alerta. Este modo sólo está disponible para exteriores.
Una vez que se haya activado una alarma, Komobi estará emitiendo señales de ubicación cada 15 segundos a la aplicación, con un retardo del primer aviso de unos 25-30 segundos. A partir de ahí la aplicación registrará todas las alertas y nos mostrará bien la última posición de la moto o una representación en forma de ruta de los puntos por los que ha pasado.
Las alarmas cuentan con tres niveles de sensibilidad, dependiendo de si queremos que detecte hasta el más mínimo movimiento o permitimos algo de tolerancia.
Además, Komobi ofrece también el servicio complementario Komobi Phone, que nos llamará directamente al teléfono móvil para incrementar al máximo la capacidad de respuesta frente a un robo.
Es decir, que en caso de intento de robo y si tenemos la moto cerca podríamos espantar a los cacos en el mejor de los casos. En el peor escenario si se llevan la moto podremos alertar de inmediato a la policía e incrementar notablemente las posibilidades de recuperarla.
¿Qué añade Komobi Pro?
Hasta aquí Komobi City y Komobi Pro son productos idénticos, pero la versión Pro nos ofrece una serie de servicios que pueden ser muy apreciados por los motoristas más aspiracionales.
En este caso Komobi Pro nos da la posibilidad de registrar los datos más representativos de nuestras rutas, monitorizando en tiempo real el uso que estamos haciendo de la moto y dándonos a modo de resumen un gráfico con la velocidad máxima alcanzada, velocidad media, distancia recorrida, tiempo del recorrido y grados de inclinación máxima.
Dentro del modo Pro tendremos también la opción de revivir todas nuestras rutas, generando vídeos sobre el mapa de la ruta que hemos realizado y mostrando las inclinaciones, fuerzas G, velocidad, distancia y duración. En esta visualización también podemos ver un mapa de calor en el que la propia gráfica de la ruta cambia de color en función de la velocidad o de la inclinación.
Y como los moteros somos seres sociales, toda esta información la podremos compartir con nuestros compañeros de ruta de manera rápida y sencilla, compararla o simplemente recordar cómo ha sido ese viaje inolvidable.
Komobi: un extra de tranquilidad desde 127 euros
Por lo tanto, Komobi pone a disposición de los motoristas algo que nos ayudará a tener algo más de tranquilidad sobre nuestras motos, pero que también añade una visión más pasional de las dos ruedas dentro de un mismo producto.
Los precios de Komobi parten de los 127 euros para el Komobi City, pero es el Komobi Pro el que nos ha resultado más interesante. Su precio es de 217 euros, a los que habría que añadir 34,95 euros al año una vez se cumplan los 12 primeros meses en concepto de conectividad. Si queremos olvidarnos de este desembolso podemos pagar 347 euros y tener conectividad ilimitada. La lista completa de precios es:
- Komobi City Basic: 127 euros, alarma de área y movimiento y un año de conectividad pero sin llavero, sin localización Premium y sin soporte técnico.
- Komobi City Premium: 159,57 euros, los servicios de City Basic y conectividad de un año más llavero, localización Premium y soporte técnico.
- Komobi City Plus: 257 euros, con los servicios de City Premium más conectividad ilimitada.
- Komobi Pro Premium: 217 euros, con los servicios de City Premium y conectividad de un año más telemetría y opción de revivir las rutas.
- Komobi Pro Plus: 347 euros añadiendo a Pro Premium la conectividad ilimitada.
En cualquier caso, Komobi suele tener ofertas en su página web y estos precios pueden verse modificados a la baja. Pero, además, la marca también nos ofrece de fraccionar los pagos en mensualidades para cada uno de sus productos.
Sí, es una inversión, aunque no sea demasiado cuantiosa, pero es un extra de seguridad que nunca sobra.