Tal y como interpretó Morrillu la famosa frase de van Gaal, hay que ser positivo. Que 2011 ha sido un año desastroso en innumerables áreas del motor es evidente, sobre todo en cuanto a ventas se refiere. La industria de la moto va por un camino cuesta abajo y sin frenos del que no se sabe muy bien cuando logrará salir. Prueba de ello han sido las estrategias que han adoptado la mayoría de los fabricantes, aunque siempre hay excepciones.
A pesar de que la tendencia general ha sido dejar las cosas como estaban y recortar de donde se pueda para seguir tirando ha habido otros que decidieron que ante una situación como esta lo mejor sería innovar, hacer cambios e invertir en ser, una vez más, la referencia a seguir. Esto lo hemos visto sin ir más lejos en las superbikes de 2012, metiendo también las deportivas que están por llegar. Las comparaciones son odiosas pero cuando vemos la Ducati 1199 Panigale o la MV Agusta F3 frente al catalogo general japonés resulta sencillo elegir.
Otro tanto ocurre con la competición. Queda muy sabio decir que hay que saber mucho de motos para que te gusten las carreras actuales pero no deja ser una excusa para justificar el aburrimiento general en el que se convirtieron muchos de los Grandes Premios de MotoGP. Los cambios son positivos y 2011 lo ha demostrado. Porque mientras lo mejores pilotos del mundo a bordo de las mejores máquinas jamás fabricadas pasaban con cuentagotas por la meta los chicos de Moto2 nos hacían recordar en qué consiste esto de la competición. La remodelación de las categorías en busca del espectáculo, el entretenimiento y la diversión está siendo un gran acierto y campeonatos nacionales como el británico han ido un poco más lejos con el reglamento que han preparado para 2012.
Y sobre el British Superbikes se pueden decir muchas cosas, pero entre ellas no encontraremos quejas sobre el aburrimiento o la falta de adelantamientos. Ésta fue la primera temporada que en Motorpasión Moto se decidía hacer un seguimiento regular y constante de cada carrera del calendario y la respuesta de vosotros, los lectores, ha sido de lo más agradable. Muchos ya lo conocían de sobra mientras que otros lo han descubierto con nosotros, poco a poco, conociendo circuitos, pilotos y formas de actuar que se echan de menos a nivel internacional.
Porque no nos engañemos, Superbikes también entró en declive. Las motos de la parrilla comenzaron a distanciarse enormemente de la moto de serie y se acercaron peligrosamente al concepto de prototipo. Algo que haría, a la larga, que sólo los equipos oficiales con grandes inyecciones de capital pudieran optar a la victoria. Doy gracias porque parece que se han dado cuenta a tiempo y harán un esfuerzo por volver a sus orígenes.
Si hablamos de Superbikes, hay que hablar de Carlos Checa, y de Ducati. El día en el que Carlos se proclamó Campeón del Mundo un servidor se encontraba viendo las carreras sentado en un banco del centro conectado a la wi-fi de la universidad. Tan concentrado estaba que no me percaté de que cierto grupo de alemanes estaba… por decirlo de alguna manera, sorprendido con mis gestos y mis voces. No les culpo, hacía mucho tiempo que no me alegraba tanto por el éxito de una persona.
Y por último, otro gran cambio ha sido la llegada de la moto eléctrica. A pesar de que aun somos reacios a renunciar al sonido de un motor de combustión con su depósito de gasolina, el silencio y la limpieza ya están aquí. Por desgracia, como apuntaba Alberticu, parece que está costando más de la cuenta que lleguen a nuestro país. De nuevo parece que la mentalidad de algunos políticos con su falta de apoyo esté retrasando la llegada de un futuro que no se puede evitar. Abran los ojos.
Foto vía | Twitter Carlos Checa En Motorpasión Moto | Lo mejor del 2011