Por segundo año consecutivo he conseguido entradas para el GP de la Comunidad Valenciana en el Circuito Ricardo Tormo, y por segundo año consecutivo me he quedado sin ver ganar a mi ídolo Valentino Rossi. El año pasado por un exceso de ímpetu perdió en ese circuito el campeonato del mundo, este año he visto en directo el coraje que le pone un piloto profesional con una triple fractura en la mano derecha, pero que a media carrera se ha tenido que retirar, porque se veía claramente que no era capaz de frenar la Yamaha M1 donde debía.
La carrera de 125 ha sido vibrante, aun más porque veía en directo, y en las curvas justo enfrente de donde estaba sentado, como se pasaban y repasaban un inspiradísimo Faubel y un frío Talmacsi, que al final se ha llevado el mundial. Mas tarde he oído unas declaraciones en las que Faubel decía que no estaba contento con el trato del Team Áspar y con el comportamiento del húngaro, pero que espera que el salto a 250 del año que viene le ayude a olvidar esta temporada donde sólo ha sido segundo. Ya quisieran muchos países tener dos segundos y un primero del nivel de los que tenemos aquí con Faubel, Lorenzo y Pedrosa.
Las 250 han premiado a un Alex Debón excepcional con un podio que se merece desde hace mucho, porque para que un piloto gane, detrás hay muchos que trabajan en la sombra y que poquísimas veces son reconocidos. Lorenzo ha pasado casi sin pena ni gloria por esta carrera, quizá con la cabeza puesta en las pruebas de la M1 ex Edwards que pilotará el año que viene en el equipo oficial Yamaha. Lorenzo no es uno de mis pilotos preferidos, pero tenia bastante interés por ver una de sus celebraciones en directo, así que tendré que esperar una mejor oportunidad.
Por último el Moto GP me ha dejado un sabor agridulce, por la retirada de Rossi y la victoria de Pedrosa. Ya hace años que en mi grupo de amigos más racing comentábamos que Pedrosa llegaría a ganar el mundial de la categoría reina, mientras con la boca pequeña, esperábamos que primero Rossi alcanzara los números de los más grandes de la historia. Después de lo visto hoy creo que el relevo generacional ya ha llegado a Moto GP. Pedrosa tiene 22 años, igual que Stoner y ya cuentan con una experiencia en la categoría más que suficiente para dominarla y regalarnos duelos tan míticos como los de Doohan con Crivillé, Schwantz con Rainey o Rossi con Sete.
Me he dejado para el final mi impresión más personal sobre el Gran Premio que he visto en Valencia. Ciento treinta y dos mil personas en un mismo recinto viendo un evento asi, aplaudiendo y haciendo la ola casi a la vez es un espectáculo tan grande como el de la pista. La pena es que se vea empañado por el comportamiento de unos inconscientes que no entienden que la libertad de uno acaba donde empieza la de los demás y que no se puede poner en peligro la vida de los que son espectadores por querer demostrar absurdamente que se es el mejor o que se controla mejor que nadie una máquina. Acabar convirtiendo una fiesta en una tragedia es culpa única y exclusivamente de los que participan en ella. Los que somos moteros, al fin y al cabo, tenemos culpa de estos comportamientos y solo en nuestras manos esta cambiarlo.
Muchas gracias a la familia Palao/Polo que me han permitido disfrutar de las carreras al cederme una de sus entradas.
En Moto 22 | GP Valencia