Marc Márquez a Ducati, y Jorge Martín a Aprilia. Un culebrón cuyo desenlace ha supuesto que el 93 se salga con la suya, y que ha dejado a Martín en la estocada. Unas calabazas y un chute de moral, respectivamente para uno y otro, que van a darnos una de las mejores temporadas de MotoGP de los últimos años.
Nadie tiene la bola de cristal para saber qué es lo que pasará, pero ya podemos una marea dentro de MotoGP. Dos fichajes que desencadenarán una cascada de movimientos y acción en la pista, en los micrófonos y en los despachos.
Jorge, nunca te fíes de un apretón de manos
No te fíes ni de tu sombra. El "contrato racing", el "más rápido de la historia del motociclismo " del que hablaba ayer Massimo Rivola, CEO de Aprilia, llegó a causa de un plantón que hará historia en MotoGP. Es una lección para él y para todos, dentro y fuera del paddock.
Ducati habría comunicado su ascenso a Martín entre Barcelona y Mugello. En Italia le dieron semioficialmente la bienvenida, estrechamiento de manos incluido. Su paciencia había sido recompensada. Pero era una treta; el ultimátum de Márquez enterró un falso apretón de manos del que Martín ha salido escaldado.
Estamos a punto de ver al Jorge Martín más explosivo
Eso mismo, el anterior párrafo, nos da una ligera idea sobre lo caliente que se va a poner la temporada 2024. De la decepción a la rabia. Es un hecho que el piloto de San Sebastián de los Reyes tenía el sueño de subir al equipo oficial, pero le han dado calabazas. Y no una, sino dos veces. La primera lo pasó mal, y aunque en esta segunda tiene un parche llamado Aprilia, no va a ser fácil digerir la decepción.
Una vez lo haga, vamos a ver al Jorge Martín más radical en pista (y probablemente fuera de ella). Es lo que nos dice la teoría y su propia trayectoria. Después de la decepción viene la aceptación y rabia, o ese es el proceso de duelo. Ya sucedió el año pasado después de que eligiesen a Bastianini y no a él. Y desde entonces, vimos a un piloto que cambió radicalmente hasta llegar a la ultimísima carrera con opciones. Algo nos dice que ahora pasará lo mismo.
La ambición de Marc Márquez ha recibido un chute, y eso es peligroso para los demás
Si Martín luchará por la rabia de haber sido traicionado, Márquez lo hará por demostrar a Ducati que no se han equivocado eligiéndole. Pero más que eso, el de Cervera nos ha demostrado a lo largo de sus años que su ambición es grande; mastodóntica. Es el chute de moral que necesitaba para no solo luchar por su primera y ansiada victoria con Ducati, sino por algo más.
Esperamos que este chute catapulte al 93 a una lucha por el mundial; en la tabla de la general está a solo 35 puntos. Que esa ambición se note en la pista será un regalo para todos los aficionados al motociclismo.
La cruenta pelea entre satélites
Hasta ahora habíamos presenciado un atópico escenario: una satélite peleando por ganar el mundial a casi igualdad de puntos. Pero había un detalle: la de Martín, la pasada temporada y esta, era la versión actualizada de la GP23.
Ahora no. En la batalla está metido de lleno Marc Márquez, y él no tiene una versión actualizada de la Desmosedici. Corre con una moto un año más vieja, sin las actualizaciones. Eso podría ser un hito en la historia del motociclismo, aunque Rossi ganó en 2001 con el Nastro Azzurro Honda, una moto no oficial.
Y por último... Fichando a Márquez, Ducati desmonta parte de su estructura, se debilita
Ya lo adelantamos, pero si Ducati fichaba al 93, se encontraría con un gran problema: desmontaría gran parte de la estructura de Ducati y, peor aún, reforzaría a casi todas las demás marcas. A pesar de ello, ha pasado. El primero y más evidente, el Pramac. Sin Martín ni Márquez, lo más seguro es que marchen a Yamaha ya que económicamente saldrían ganando y deportivamente, las opciones de victoria son iguales que en Ducati con pilotos bajoneros. Además, Bastianini llegará al GasGas Tech3, como ha confirmado su representante.
En consecuencia. Ducati no solo pierde dos motos (pasando de ocho a seis) por el efecto dominó de Márquez, sino que pierden a dos grandes nombres, pilotos muy regulares y capaces de ganar, y eso reforzará indirectamente a Yamaha, KTM y Aprilia. Pero por fichar Marc Márquez merece la pena, o eso piensan en Borgo Panigale.