Se ha hecho larga la espera pero ya está aquí. La temporada 2016 del Campeonato del Mundo de MotoGP ha llegado para hacer las delicias de todos los que esperábamos con ansiedad volver a presenciar las carreras de la élite del motociclismo.
Está claro que nuestro subconsciente nos impedirá estar ajenos al morbo del final de la temporada 2015, pero no nos quedemos en la superficie. Recordemos que seguir alimentando aquella polémica nos impediría disfrutar de un nuevo año de competición con nuevos retos, nuevos actores y nuevos alicientes.
Una época distinta para MotoGP
El rendimiento de motos, pilotos y neumáticos en distancia de carrera es una absoluta incógnita hasta el primer banderazo a cuadros
Desde la llegada de las MotoGP a la categoría reina hemos pasado por varias subcategorías en la clase máxima. Hemos tenido CRT, Factory, Open, e incluso cuando todas eran MotoGP encontrábamos diferencias más que tangibles entre las fábricas que tenían presupuesto casi ilimitado y las que no.
Honda, Yamaha y Ducati han sido las únicas fábricas capaces de hacerse con un título en MotoGP. El resto se ha tenido que conformar con rellenar parrillas. Hasta ahora que el nuevo reglamento puede hacer que en 2016 disfruten de una igualdad inédita. Todas las fábricas participantes en el Campeonato del Mundo están mucho más próximas, salvando las distancias.
Pero además hay algunas variables que pueden pillar con el paso cambiado a equipos todopoderosos y favorecer a quienes tienen menos recursos más allá de la trascendencia de presupuestos irreales y superestrellas mediáticas con talento innato.
Los nuevos neumáticos Michelin son una incógnita para absolutamente todos los pilotos y equipos. Sí, han hecho la pretemporada con ellos además de algún test en 2015, pero no se han enfrentado a las exigencias de una carrera completa con el estrés que ello supone y el desconocimiento de cómo van a comportarse durante el último tercio de carrera cuando estén en las lonas.
Y por el otro lado tenemos la gestión electrónica a través de la centralita única impuesta por Dorna. Esa pequeña cajita que antes significaba poder extraer cada décima de caballo de potencia con la moto completamente inclinada ahora no es tan efectiva. La pieza suministrada por Magneti Marelli tiene la clave de cómo se transmite al asfalto la abrumadora potencia de una MotoGP, y es el motivo principal que puede acercar el rendimiento de las motos punteras con las que no lo son tanto.
Pero además, incluso puede que este año veamos viejas jóvenes glorias volver eventualmente al campeonato para poner las pilas a más de un despistado. Supongo que ya sabréis que cuando digo gloria me refiero a Casey Stoner y cuando digo despistados me refiero a los Andreas, que antes de empezar otra temporada como pilotos oficiales ya le han visto las orejas al lobo y pueden ver peligrar su asiento para 2017. Más les vale comenzar a hacer méritos desde la primera carrera.
En Moto2, emoción siempre
En la ecuación de Moto2 siempre se nos juntan pilotos experimentados y consagrados con jóvenes promesas con talento. Una mezcla explosiva
Por suerte o por desgracia, el Campeonato del Mundo de MotoGP con sus neumáticos de agarre irreal, prototipos y megacracks lleva unos años ofreciéndonos carreras con una curva de emoción bastante plana. Para alegría de todos tenemos Moto2, una categoría que me fascina.
Aunque puede haber también pilotos que destaquen, como Johann Zarco el año pasado, es difícil encontrar carreras en las que varios pilotos no le pongan un poco de sal a las jornadas de competición. Siempre pasa algo, y como además no hay electrónica de por medio, la espectacularidad está servida.
Este 2016 confío en que sea el año de la confirmación de Alex Rins y espero que sea capaz de luchar por el título en su segunda temporada en la categoría, pero es muy complicado hacer una apuesta clara hasta que no veamos cómo evolucionan los primeros Grandes Premios. Menos aún en una categoría tan igualada mecánicamente, y más ahora que casi es una copa monomarca para Kalex.
El mayor hueso va a ser Zarco, que se ha quedado para defender el título conseguido en 2015, pero también tenemos a eternos rivales como Luthi, Aegerter, Lowes o Folger, que siempre están esperando su momento, además de nuevos contendientes con mucha proyección como Oliveira o Kent.
La ruleta rusa de Moto3
No menos emocionante es Moto3, pero es otra categoría incógnita. El reglamento permite una mayor libertad en cuanto a las motos candidatas y al final nos terminamos encontrando una alternancia entre épocas en las que KTM está más fuerte y otras, como el año pasado, en las que Honda demuestra su poderío.
La categoría inferior es lo que más se puede parecer a una ruleta rusa. Cada vez que se aprieta el gatillo al apagarse el semáforo no sabes quién va a ser el piloto que salga triunfador. Una verdadera lotería con jóvenes ávidos de victoria y muchas ganas de hacerlo bien.
Incluso cuando hay una superioridad clara como la del año pasado de Danny Kent y su Honda, fue sólo un espejismo que se difuminó a medida que se acercaba el final del campeonato. A Kent en 2015 le salvó el título el considerable colchón de puntos que guardaba en la recámara, porque pudo escapársele pese a tenerlo todo de cara.
Sólo quedan unos pocos días para que todas estas incógnitas se despejen de un plumazo, cuando el semáforo se apaque y la noche catarí nos descubra las candidaturas más o menos firmes de todos los pilotos, motos y equipos.
Fotos | MotoGP, Pons Racing, Ajo Motorsport
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