A nadie se le escapan los rituales de preparación que sigue Valentino Rossi a la hora de enfrentarse en la salida a pista de un Gran Premio, humedece sus dedos, con ellos frota sus ojos, juega con el pendiente, se pone el casco, a continuación los guantes, camina hacia la moto, se agacha cogiendo el reposapiés derecho, se sube en la moto y según sale por el Pit lane se pone de pie en los estribos bajándose el mono de donde la espalda pierde su nombre. Algunos ven en esta clase de actuación una simple manera de concentración, otros más críticos un claro reflejo de una persona maniática o supersticiosa.
Pero lo que desconoce el gran público y que nos contaba el propio Valentino en su Autobiografía es otro llamémosle “rito” antes de desplazarse con el equipo a una carrera. El propio Doctor y sus más íntimas amistades lo llaman la Cabala Oficial y consiste en desplazarse siempre las mismas personas, al mismo lugar, en plena noche, para realizar el ritual de la misma manera una y otra vez. De hecho lo llevan practicando años en un claro ejemplo de superstición.
Según describía el propio Rossi todo empezó hace muchos años cuando una noche él y algunos amigos fueron a un local para beber algo y al día siguiente salían de viaje para correr en un Gran Premio, esa carrera la ganó. Pero al siguiente Gran Premio no fueron a ese local ya que la cábala aún no existía y la carrera fue mal, se cayó. Entonces uno de sus amigos también muy supersticioso dijo que había que volver a aquel local por que si no iban a tener mala suerte. De esta manera empezó un nuevo “rito” en la vida del Doctor y cinco de sus amigos.
La víspera de cada carrera o grupo de carreras, en una hora variable pero siempre respetando que sea en plena noche, se reúnen en un local de Londres propiedad de una amigo. No pueden estar ni menos personas ni invitar a personas nuevas que las que se reunieron la primera vez, se toman las mismas bebidas que en la cita original y por supuesto en la misma mesa en la que se sentaron en aquella ocasión, ya que según palabras de Rossi:
Si estamos todos si repetimos bien las cosas que tenemos que decir, si ninguno de nosotros cinco se equivoca en nada, la cábala funciona. Cuando en carrera algo ha ido mal, siempre ha sido porque cometimos algún error en ese ceremonial. Hicimos algo mal.
Algún error garrafal en la cábala tuvo que ocurrir en los días previos a Mugello, la caída ya esta clara y el propio Valentino nos confirmaba en entrevista concedida, que seis segundos es tiempo suficiente para que la temperatura del neumático baje drásticamente unos veinte grados, haciendo que este derrape sin previo aviso por falta de adherencia. Pero sin embargo la mala suerte al caer sobre la pierna debe ser cosa de Meigas, ya que las protecciones y airbag del mono Dainese funcionaron a la perfección, ni siquiera se golpeó la cabeza, todo el golpe fue a parar a su ahora operada pierna.
Sin lugar a dudas, y si es cierto lo escrito en su Autobiografía, Valentino en la cama de su Hospital y ahora ya en la de su casa, habrá repasado mentalmente que pasos se dieron mal a la hora de realizar la Cábala Oficial.
Ánimo Valentino.
Vía | Valentino Rossi la autobiografía.
Fotos | Flickr