Julián Simón ha hecho lo que tenía que hacer para ganar el mundial en Australia, ganar la carrera y no depender del resultado del resto de pilotos que podían impedírselo. Y lo ha hecho tras una mala salida en la que Terol se ha puesto primero y Simón se ha retrasado hasta la octava plaza.
Bradley Smith era el que podía aguarle la fiesta a Simón, y ambos llegaron a pasarse entre ellos varias veces en plena remontada de Simón, que va poco a poco recuperando posiciones. Smith por su parte también consiguió recuperar posiciones y a ocho vueltas del final es se coloca líder de la carrera con Simón segundo y empiezan a abrir hueco sobre el resto de pilotos.
Como solo los campeones saben hacer, Simón pasa a Smith de forma limpia en la última vuelta y entra por meta asegurándose de que ya es CAMPEÓN DEL MUNDO de 125 c.c. Enhorabuena, bajar de 250 c.c a 125 ha dado sus frutos y esta victoria demuestra que la decisión ha sido la correcta. ¿A por Moto2 el próximo año?
En Moto22 | GP Australia