'El Silencio del Samurái', el documental de más de media hora de Red Bull sobre Dani Pedrosa ya está disponible para verlo en streaming.
El plano más personal de la carrera deportiva de Dani Pedrosa contado por él mismo. Este es el gran atractivo de un documental en el que el 26 se desnuda emocionalmente ante las cámaras y cuenta cómo vivió desde sus inicios en el motociclismo hasta su amarga retirada este 2018.
"Este es el camino que creo que tengo que coger"
Dani tenía 12 años cuando ganó el Campeonato de España de Minimotos, pero el siguiente paso en su carrera se truncó justo cuando un juego iba a convertirse en una profesión porque su familia no se lo podía permitir, pero cuenta que "no me lo tomé mal. Entendí la situación", demostrando una madurez impropia.
Algún tiempo después, en 1999, sin ni siquiera ganar la Movistar Activa Cup, Alberto Puig rescató a Pedrosa sin haber quedado entre los mejores para correr en el año 2000 el Campeonato de España de Velocidad y posteriormente dar el salto al mundial de 125 cc bajo el paraguas de Honda y Movistar.
Entonces la progresión fue imparable. "No me lo podía creer", narra el de Castellar del Vallés. En 2001 sumó sus dos primeros podios en el mundial siendo rookie y acabando octavo, en 2002 sumó tres victorias y terminó el año tercero y en 2003, por fin, rubricó su primer título mundial en Malasia a falta de dos carreras para acabar el año.
Por desgracia la alegría de su primer título se esfumó una semana después, en Phillip Island, al caer y destrozarse ambos tobillos. Causó baja para los Grandes Premios de Australia y Valencia y se perdió buena parte de la pretemporada, llegando a su primera carrera de 250 cc sin casi haber cogido su nueva moto.
"Tenía prisa. Llegaba tarde a 250 cc y tenía prisa, por eso corría", comenta Pedrosa en el documental. Y vaya si tenía prisa, pues ganó en su primera carrera de 250 cc, repitió en otras seis ocasiones y no se bajó del podio en todo el año salvo por los cuartos puestos de Australia y Portugal y la retirada de Jerez.
Ganó su primer título de 250 cc coronándose donde un año antes sufrió su peor pesadilla, se consagró como una estrella del motociclismo y volvió a hacerlo en 2005 con su tercer campeonato mundial antes de dar el salto a MotoGP donde ha sufrido algunas de sus mayores alegrías y muchos sinsabores, siempre de la mano de Honda.
"Yo estaba hecho para quedarme en categorías más pequeñas, no para ir en MotoGP. No creía que pudiera hacer nada en MotoGP porque esa moto era gigante para mí, así que cualquier cosa que hiciera en MotoGP estaría bien para mí", cuenta el 26, pero su diferencia de envergadura destaca que "no noté que fuera más difícil de demostrar que podía, pero sí era diferente. Me animaba saber que Honda me había dado la oportunidad".
Tras tres subcampeonatos, dos tras Jorge Lorenzo y uno tras Casey Stoner, 54 victorias en el mundial, 153 podios, 49 poles y 64 vueltas rápidas, Dani Pedrosa decidió retirarse al finalizar este 2018 y MotoGP le bendijo convirtiéndole en Leyenda del Motociclismo. Con un palmarés deportivo envidiable, Pedrosa se ha ido de MotoGP con un sentimiento complicado, confesando que "a veces me ha sido difícil que la gente me entienda. He sentido que no pertenecía a este mundo".
A partir de ahí Red Bull nos ofrece el lado más personal de Dani, un piloto alabado por el resto de pilotos. Jorge Lorenzo, Marc Márquez, Kevin Schwantz, Carmelo Ezpeleta... las grandes voces de MotoGP han puesto su análisis a uno de los mejores pilotos del motociclismo moderno.
El futuro de Pedrosa seguirá ligado al número 26, a Red Bull y, por supuesto, también a las motos. Por eso el piloto se puso en contacto con el mago Michael Woolaway de Deus Ex Machina para que le hiciera una Honda 750 cc de dos tiempos a medida. Una flat tracker de 70 CV, muy ligera y con una estética sobria y arrebatadora. Una moto que Dani conservará toda su vida al igual que el orgullo de haber sido uno de los mejores pilotos del mundo.