El motor de dos tiempos ha sido históricamente uno de los más queridos por todos los que montan en moto. Mecánicamente hablando es uno de los más sencillos en su arquitectura: un simple pistón que se mueve por el cilindro de arriba abajo actúa como válvula cubriendo o descubriendo los agujeros por los que penetran los gases del cilindro. Olor, tacto del acelerador, humo... Único.
Los más nostálgicos los recordamos con cierta añoranza, aunque son varias las 2T que quedan vivas. Para vosotros, el último experimento de Chylo Racing: un motor de dos tiempos totalmente transparente que es una auténtica delicia para la vista y los oídos.
Tiene una pega, y es que solo puede funcionar durante unos segundos
Chylo Racing es un preparador polaco especialista en motores de dos tiempos. Hacen todo tipo de virguerías con ellos, especialmente con los propulsores de motos antiguas provenientes del este europeo. Una de sus últimas joyas, una Simon S 51.
El S 51 es un ciclomotor que se fabricó en los años '80 en la antigua República Democrática Alemana. Equipaba un propulsor aún más antiguo patentado en los años '50, con dos tiempos, refrigeración por aire y casi 4 CV que llegaba a los 60 km/h.
Pues en su afán por los motores de dos tiempos han convertido el propulsor en uno totalmente transparente. ¡Y menuda idea! El resultado es casi hipnótico, dejando al descubierto el funcionamiento del sistema en plena acción y bombeo del cilindro.
Pero, ¿cómo han podido crear un motor transparente? Si bien no es una práctica muy habitual, en internet existen varias modificaciones similares. Como en todas ellas y este caso, utilizan polimetilmetacrilato, también llamado vidrio acrílico o por su nombre comercial, Plexiglás.
Con dos bloques de Plexiglás han fabricado un nuevo cilindro y culata, a la que han dejado los orificios prefijados para unir el cilindro con el cárter y la rosca central de la bujía. Sin embargo, el pistón sí es de metal con juntas tóricas como anillos de pistón. También utilizaron otra junta tórica como junta de culata.
La gracia es que la tapa del cárter también es transparente, así como la cámara de flotación y la cubierta de la carcasa del motor. El resultado es un diseño desnudo en el que se pueden apreciar hasta las explosiones del cilindro cuando bombea.
Tiene una pega, y es que sí, es transparente y se puede ver... Pero no puede funcionar durante mucho tiempo. El plexiglás es un material que sufre a las altas temperaturas y se acaba deformando, y naturalmente el calor generado por los ciclos de combustión con cada revolución del cigüeñal del motor 2T hacen que se vuelva maleable por encima de los 100ºC.
Nos conformamos con que funcione por unos pocos segundos, de tal manera que los polacos nos enseñan su funcionamiento pormenorizadamente. ¡Y mola mucho!