La semana pasada, mientras discutíamos los redactores de Motorpasión Moto sobre la calidad del trabajo de El Solitario sobre una Ducati que nos presentó Carlos, a mi me salió un pequeño discurso sobre el tema de las motos originales o personalizadas. Y mira por donde voy a poder trasladarlo aquí gracias a este vídeo que firma Ichiban Moto. En el pretende sensibilizar nuestros corazones frente a la cada vez más amplia corriente de personalizaciones que puedes ver por la red. Muchas no pasan de lo anecdótico, algunas muestran mucha calidad y muchas podrían merecer pena de cárcel para el autor.
Pero como en la diversidad está el gusto, vamos a hacer una pequeña reflexión sobre el tema. ¿Las motos deben mantenerse originales como salieron de fábrica a toda costa o el dueño puede/debe personalizarlas a su gusto? En mi pequeño discurso comentaba que conozco gente que no duerme durante semanas (o incluso meses) pensando si las pegatinas de la moto que está restaurando originalmente eran brillantes, mate o satinadas. También conozco gente que le importa tres pepinos cómo era su moto cuando salió de la fábrica. Con el paso del tiempo han ido personalizándola de tal manera que todo el mundo la reconoce como suya.
¿Y a mi que me parece todo esto? Podría decir que en la mitad está el equilibrio perfecto. No hace falta tener una moto exactamente como salió de la fábrica, pero tampoco hace falta transformarla en un engendro que sólo a ti te guste. Pero como en estos momentos estoy a medias de la personalización de una de mis motos y se que cuando la presente en sociedad seré criticado por ella. Voy a hacer de mi propio abogado del diablo diciendo aquello de que, en este mundo, en el que tanto nos insisten en que lo diferente tiene mucho más valor que lo estandarizado, transformar una moto a tu gusto no debería ser visto como un atentado, sino como un ejercicio de libertad de expresión.
Por cierto, a mi la transformación de El solitario me gustó.
Vía | Visordown Vídeo vía Youtube | Ichiban Moto
