Según cuentan en la web de Arch, Keanu Reeves (Neo para los amigos en Matrix) necesitaba expresarse más allá de tener una simple moto. La KRGT-1 es una materialización conjunta de la pasión por las motos y una visión personal del mundo del motociclismo donde se tocan dos extremos opuestos: custom y sport.
Pasado y presente se juntan en la Arch KRGT-1, una moto que la mayoría de los presentes no veremos nunca. 78.000 dólares por un compendio de exclusividad y personalización a cargo de una gran estrella del cine. No sé qué tal irá en movimiento, pero seguro que las pocas unidades que hagan dentro de unos años tienen un precio desorbitado.
Si tienes pasta te preparas una moto a tu gusto, pero si estás terríblemente podrido de dinero porque has protagonizado una de las sagas más taquilleras de la historia del cine puedes fundar una marca y hacer las motos como un ejercicio de expresividad artística. Eso es lo que ha hecho Reeves con Arch y sus KRGT-1, a los que vimos juntos hace unos días tomar la salida en Goodwood.
Buena parte de la exclusividad de la Arch KRGT-1 no reside en que ha sido diseñada por un actor de Hollywood, sino en que las piezas mecánicas cobran una presencia artística. La mayor parte de los componentes han sido fabricados mediante CNC desde bloques macizos. Placas del motor, palancas y estriberas son parte de las 200 piezas manufacturadas en Los Ángeles.
El chasis también es propio, diseñado por Arch y está compuesto por una gran espina central de acero que se combina con unas placas en la zona trasera. Por arriba, la viga central se asoma por encima del depósito de combustible cortando longitudinalmente toda la zona superior. Detrás, cada basculante está mecanizado durante 17 horas en aluminio con los tensores de la cadena en titanio.
Cada depósito de combustible se mecaniza en una pieza a partir de un bloque de más de 200 kilos de aluminio. Este proceso dura un total de 66 horas y cuyo resultado final es un tanque de dos células que pesa 4 kilos y que gracias a su rigidez forma parte estructural del chasis.
Las suspensiones son más propias de una superdeportiva que de una moto custom, y crean una imagen un poco extraña como fusión de conceptos. La horquilla es una Öhlins invertida con barras de 43 mm completamente ajustable y agarrada por una poderosa tija triple. El tren trasero está comandado por un amortiguador Race Tech con depósito separado y completamente ajustable.
La distancia entre ejes de la KRGT-1 se sitúa en 1.727 milímetros, para que te hagas una idea es casi 20 cm más larga entre ejes que una Ducati Diavel (1.590 mm). Por otro lado, el asiento se sitúa a 706 mm del suelo, muy, muy baja.
Aunque no lo parece porque es una moto enorme, las llantas son grandes. Ambas son unas BST de cinco radios fabricadas en fibra de carbono, la delantera es de 19 pulgadas y la trasera de 18, medidas un poco fuera de lo común que montan neumáticos de corte muy deportivo en medidas 120/70ZR19 y 240/40R18. No sé yo cómo andará la cosa para encontrar medidas.
El motor es un genuino propulsor americano de origen S&S con dos grandes cilindros colocados en una uve de 45 grados que cubica 2.032 centímetros cúbicos. La alimentación se realiza mediante un sistema de inyección electrónica y el escape corre a cargo de un único tubo que discurre por el lateral derecho de aspecto racing.
Para ofrecer una imagen más limpia y que la admisión de aire no chocase con la pierna del piloto, Arch y S&S han desarrollado un nuevo sistema de admisión que se coloca justo en la mitad del depósito de combustible y bajo el chasis.
Los frenos quedan cubiertos con un conjunto ISR con pinzas monobloque de seis pistones que muerden discos flotantes. Como curiosidad, las pinzas vendrán con diferentes acabados en función de la decoración de la moto.
En el apartado de iluminación se ha recurrido a un conjunto totalmente de LED. El faro delantero ya lo hemos visto en otras motos y agrupa cortas, largas y posición, mientras que el trasero queda integrado en el colín. Los intermitentes también son de LED, los delanteros están en las puntas del manillar y los traseros en el soporte de la matrícula.
Para la instrumentación se ha recurrido a un cuadro digital muy curioso con iluminación por puntos de aspecto muy futurista y es configurable mediante un pulsador.
Ergonómicamente, cada una de las Arch KRGT-1 se hacen al gusto del cliente. Los tapizados se hacen a mano y de forma independiente para cada moto bajo las especificaciones del comprador y, además, se ofrece la opción de colocar los estribos en una posición media o adelantada, estriberas cortas o anchas y unas alzas del manillar con dos medidas diferentes.
Los patrones de pintura son también únicos y se conjuga el color de la carrocería con las tapas del motor, pinzas de freno, tipos de escape, suspensiones y decoración del chasis.
Con los 19 litros de su depósito Neo nos promete una autonomía de entre 297 y 340 kilómetros. Muchos me parecen para un dos litros americano y con los 244 de peso en seco del conjunto.
Si te parece una buena compra, el precio de venta al público de la Arch KRGT-1 es de 78.000 dólares teniendo que poner una reserva de 15.000 (algo más de 70.500 y 13.500 euros respectivamente).
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