Después de haber visto radares camuflados en motos, radares con bonificación para los buenos conductores o incluso radares de ruido, la gendarmería fracesa ha conseguido que sus radares queden tan perfectamente integrados en las luces rotativas de los coches patrulla que ya nadie va a poder distinguirlos de los coches patrulla normales. Así que si te gusta circular por encima de las limitaciones y pasas por Francia, ten cuidado cuando te cruces con uno de esos coches de la gendarmería francesa.
El invento en cuestión se llama Gyrophare y es capaz de grabar tanto a los coches que se acercan como a los que se alejan del vehículo que lo instala. De las cuatro cámaras con que cuenta el invento dos están especializadas en reconocer y grabar las matrículas de los vehículos. Mientras que las otras dos pueden tomar imágenes tanto de día como de noche porque cuentan con visores infrarrojos. Cómo mi francés es limitado no llego a entender si también son capaces de detectar un exceso de velocidad, pero si que son capaces de identificar cualquier vehículo y comprobar si este tiene pendiente alguna sanción, está denunciado como robado o incluso si los pasajeros llevan puesto o no el cinturón de seguridad.
El gran hermano está aquí y me parece que ha venido para quedarse, porque los 17.000 euros que cuesta cada una de estas 300 unidades de vigilancia que se han comprado tendrán que amortizarlas a toda costa y llevan funcionando desde mayo de este año. Mientras tanto aquí hemos estrenado hoy unos "bonitos" radares de tramo.
Vía | Motosblog.fr Foto adaptación de | X-Ray Delta One