Y muy al contrario de lo que podríamos pensar no se compone de un montón de fibras nuevas, ni de chips para programar la centralita de inyección ni nada parecido. En BMW están tan convencidos de la calidad de su moto deportiva que el kit para convertirla en una moto de circuito son solo cinco piezas de plástico que sirven para quitar el soporte de la matrícula y tapar los agujeros que dejan elementos como los retrovisores y los intermitentes. Ahí queda eso, para meter una BMW S 1000RR en circuito no tienes que tocar nada más según el fabricante.
Estas piezas están fabricadas en plástico negro resistente a los impactos, se montan con unos pocos tornillos y pueden ser pinadas en el color de la carrocería de la moto. Además, los alemanes, que están muy atentos a cualquier detalle sobre sus motos te incluyen una bolsita de tela azul para que guardes las piezas cuando no las estás utilizando. Bueno, también están disponibles unos “tapones” para la luz de freno y los conectores de los intermitentes cuando los retires. Pero esto último no se si va incluido en el kit, que se vende en Inglaterra por 41,50 libras esterlinas (50,20 euros aproximadamente)
Hay que estar muy seguro de tu producto para lanzar una apuesta así de fuerte entre los que meten sus motos deportivas en circuito.
Vía | Visordown