
Mucho, muchísimo estilo. El rollo retro no pasa de moda y se mantiene muy bien valorado por quienes buscan una moto de filosofía relajada con la que rutear, pasear o simplemente ir a tomar algo.
Por menos de 7.000 euros, la Royal Enfield Classic 650 es una de las opciones más interesantes si tienes el carnet A2 y adoras la estética de hace medio siglo y el postureo entendido en el buen sentido de la palabra.
Royal Enfield Classic 650: retro-razonable
Sin trampas ni cartones. Solo hierro a precio de hierro, y con la fiabilidad de un buen hierro. Esa es un poco la filosofía entrañable que adoramos los que nos gustan las motos, dejando solo el postureo para lo estético y dejando de lado todos los alardes tecnológicos del márketing.
La Royal Enfield Classic 650 es una moto que es lo que ves. Una moto de estilo clásico en la que cuesta encontrar una sola pieza de plástico. Prácticamente todo está hecho en metal abrazando las señas de identidad de uno de los modelos con un mayor regusto clásico del mercado.
De 2008 a 2020 Royal Enfield mantuvo en su catálogo a la Classic con motor de 500 cc. Aquel monocilíndrico ya no podía superar las normativas anticontaminación y la saga Classic media quedó discontinuada (con el permiso de la 350 cc), hasta ahora que ha vuelto en 2025 adoptando el nuevo bloque de dos cilindros del fabricante indio (anteriormente británico).
Y aunque su nacionalidad haya cambiado, hay que reconocer que la gente de Royal está manteniendo las directrices que hicieron célebres a sus motos. En este caso la Classic 650 sigue inspirándose en sus señas identitarias: depósito redondeado, visera para el faro delantero, guardabarros amplios, parte trasera del chasis en forma de flecha...
Estéticamente es una moto que está muy, muy conseguida. Si la ves de lejos es dificilísimo decir que es una moto de 2025 porque el diseño es retro a más no poder.
La horquilla delantera tiene unos protectores que se unen con la máscara del faro que a su vez hace la función de soporte para el cuadro de mandos y el faro, que mantiene su visera cromada. Justo debajo un guardabarros largo realizado en metal y con un tirante a la horquilla pintado en el color de la carrocería.
Por detrás, otro guardabarros sustentado por suportes tubulares llega hasta el final de la moto, y que queda precioso como en el caso de la unidad que hemos probado, con el asiento trasero desmontado. Se queda un asiento monoplaza volado sobre la trasera encantador porque los herrajes del pasajero también se quitan.
Entre medias tenemos un depósito de combustible en forma de gota de agua, instrumentación analógica clásica acompañada por un pequeño tripper a su derecha y una peuqeña pantalla LCD para los datos de viaje y una iluminación totalmente LED con excepción de los intermitentes.
Royal Enfield dice que han conservado los halógenos para mantener la estética clásica. También consevan los 'ojos de tigre' de los modelos originales: las dos pequeñas luces de posición situadas a los lados de la parte superior del faro.
El remate del apartado estético lo ponen unos escapes simétricos estilo peashooter acabados en cromo, a juego con otros elementos del conjunto como los retrovisores, amortiguadores traseros, piñas, tapas de la admisión... No puede faltar una buena dosis de cromados en una moto de rollo retro.
Comodidad, ritmo tranquilo y a disfrutar
Al montarnos en la Royal Enfield Classic 650 tenemos una moto muy cómoda que en esta generación carga un poco más adelante el peso, con el manillar bajo y el asiento retrasado con respecto a los pies. La postura es muy agradable para pasear y hacer rutas tranquilas. Por encima de 100 km/h el viento ya nos pone las cosas difíciles.
Los mandos son interesantes. Tiene buenos detalles como manetas regulables o toma de carga USB debajo del manillar. Los mandos tienen un aspecto muy clásico y bien conseguido, aunque la experiencia mejoraría bastante con un tacto menos plasticoso.
Al arrancar el motor la Royal Enfield Classic 650 nos regala un sonido grave y dulce. Suena bonita y muy redonda, transmite pocas vibraciones y se siente con ganas de agradar desde el primer giro del cigüeñal.
En marcha y en parado es una moto que se mueve bien para un público muy amplio. Es baja de asiento (800 mm) así que se llega perfectamente al suelo aunque sea un poco ancha, lo que da mucha confianza rodando a baja velocidad. Más aún aprovechando la buenísima dosificación en medios y un embrague de tacto suave.
Con 47 CV y 53 Nm de par motor, acelerando el ritmo y dejando que el motor suba de régimen nos encontramos unos medios más que suficientes para rutear. La gusta girar en ese régimen; a altas vueltas pierde pegada y corta pronto, además que su carácter no anima a explorar la línea roja. Más que nada porque no hay en el cuadro, sólo velocímetro.
Es un propulsor muy lineal y elástico al que podemos dejar caer de vueltas. El acelerador es de cable de los de toda la vida, nada de acelerador electrónico, y la conexión con la rueda derecha es buena. Eso sí, no hay control de tracción, ni modos de conducción, ni ninguna parafernalia electrónica. No la necesita.
A nivel de chasis el bastidor de tubo de acero es compartido con otros modelos de la saga como la Super Meteor o la Shotgun. Es un chasis noble muy intuitivo y de reacciones amables perfecto para los que buscan un ritmo tranquilo, dócil y de reacciones muy neutras.
Las suspensiones son Showa en ambos trenes con una horquilla delantera convencional de 41 mm delante y 120 mm de recorrido y un doble amortiguador trasero con 90 mm de recorrido. Su tarado es confortable y suficiente para sujetar los 243 kg que pesa en orden de marcha.
No se siente una moto ligera ni en cambios de dirección ni buscando apoyos, se siente una moto tranquila y bien sujeta. No hemos notado que en ninguno de los dos trenes haya flaneos en curva y los baches los digiere mejor de lo que pensaba. Eso sí, roza pronto los estribos.
Los neumáticos que trae de serie la Classic 650 son de la marca MRF, indios, por filosofía industrial solo pueden montar equipamiento del mismo país. Son bastante desconocidos y pese a ello nos han parecido con un grip más que suficiente para la filosofía relajada del modelo.
Donde sí se nota el peso es en las frenadas. El conjunto está compuesto por un disco delantero de 320 mm mordido por una pinza de dos pistones y un disco trasero de 300 mm mordido por una pinza de un pistón. En líneas generales me ha parecido suficiente para un uso cotidiano. Acelerando el paso estaría genial un poco más de mordiente en el tren delantero o bien algo más de dosificación en el trasero porque resulta un tanto brusco.
Royal Enfield Classic 650: fiel a su palabra
La Royal Enfiel Classic 650 en definitiva es una moto sencilla en todos los sentidos. Es fácil hacerse con ella, de carácter dócil y tecnología mínima a cambio de un precio que resulta asequible y más barato que la media del segmento.
Hay tres decoraciones disponibles: la Vallam Red es la más asequible con un precio de 6.887 euros, seguida de la Teal Green por 6.987 euros y seguramente la estética más clásica. Por último está la versión Chrome, la más llamativa y que viene prácticamente entera cromada con detalles en negro y dorado por 7.187 euros.
Es una moto que se mete en el nicho de las naked-custom clásicas donde podríamos meter a la Kawasaki W800 (10.999 euros), las Moto Guzzi V7 (desde 9.199 euros), las Triumph Bonneville T100 (11.595 euros) o con un concepto más moderno la Honda Rebel 500 (7.199 euros).
Royal Enfield Classic 650 2025 - Valoración
6,3
A favor
- Motor lineal
- Estética muy lograda
- Confort de marcha
- Precio ajustado
En contra
- Roza pronto
- Frenos descompensados
- Peso elevado
- Tacto de las piñas mejorable
Royal Enfield vuelve a hacerlo. La Classic 650 es la moto perfecta para tomarse la vida con calma, disfrutar del camino y lucir un estilo que pocas marcas pueden presumir de conservar tan bien.
Es una moto extremadamente cómoda enfocada a los conductores que buscan una forma de moverse con muchísimo estilo, sin preocupaciones y con la garantía de que Royal Enfield está dando un producto accesible en todos los sentidos, empezando por la facilidad de uso.
Y sobre todo porque por precio no llega a los 7.000 euros como punto de partida, por debajo de sus principales rivales, y con un diseño que no tiene nada que envidiar a nombres como Bonneville pero con una personalidad propia bien definida.
Royal Enfield Classic 650 2025 - Ficha técnica
motor |
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Tipo |
Bicilíndrico en paralelo |
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Cilindrada |
647 cc |
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Potencia máxima |
47 CV a 7.250 rpm |
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Par motor |
53 Nm a 5.650 rpm |
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Diámetro x carrera |
78 x 67,8 mm |
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Inyección |
Inyección de combustible electrónica |
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Transmisión |
Seis velocidades |
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Transmisión final |
Cadena |
CHASIS |
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Tipo |
Estructura tubular de acero |
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Suspensión delantera |
Horquilla convencional Showa de 41 mm, 120 mm de recorrido |
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Suspensión trasera |
Doble amortiguador Showa, 90 mm de recorrido |
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Freno delantero |
Disco de 320 mm con pinza de dos pistones, ABS |
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Freno trasero |
Disco de 300 mm con pinza de dos pistones, ABS |
DIMENSIONES Y PESOS |
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Peso en orden de marcha |
243 kg |
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Avance |
N/D |
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Lanzamiento |
N/D |
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Longitud |
2.318 mm |
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Anchura |
892 mm |
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Altura |
1.137 mm |
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Altura del asiento |
800 mm |
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Distancia entre ejes |
1.475 mm |
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Depósito |
14,8 litros |
PRECIO |
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Desde 6.887 euros |
Los gastos asociados a esta toma de contacto han sido asumidos por la marca. Para más información, consulta nuestra guía de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: casco Arai RX-7V Evo, cazadora Spidi Rebel, pantalones Alpinestars Copper V2 Plus Denim, guantes Alpinestars Hyde XT Drystar XF y botas Alpinestars Chrome Drystar.