Cubrepiernas Tucano Urbano Termoscud, prueba
Ahora que hace frío, pero frío de verdad (hoy nos hemos levantado por el norte con escasos dos grados centígrados), aquellos que se desplazan en motocicleta todos los días están deseando llegar al destino para tomar un café calentito que les devuelva la circulación. Porque aunque vayamos equipados hasta las cejas, no hay calefacción y se nota. Por ello y pensando precisamente en los usuarios de scooter que usan la moto durante todo el año, hemos decidido probar uno de los conocidos cubrepiernas de Tucano Urbano denominados Termoscud y probar así su eficacia.
Pero claro, además del Tucano Urbano Termoscud que nos enviaron desde la marca italiana, era necesario también hacernos con un vehículo donde probarlo. Descartada la Yamaha TRX850, recurrimos a nuestro amigo Pablo que amablemente nos cedió su scooter, el cual ya lo visteis aparecer hace algún tiempo por aquí, y poder probarlo para todos vosotros.
Tucano Urbano Termoscud, ¿una manta del sofá?
Aunque comúnmente la gente lo llame manta y a los scooter sofás, la verdad es que el cubrepiernas Tucano Urbano Termoscud es un accesorio que se puede ver en multitud de ciudades donde el uso de la motocicleta está extendido. Madrid, Barcelona, Paris, Roma, Milán, son sólo alguno de los ejemplos donde realmente es una legión ver pasar usuarios con sus piernas bien protegidas tras estas protecciones contra el frío y la climatología adversa.
El concepto es antiguo ya que recuerdo ver cuando era pequeño a conductores en sus motocicletas Puch dotadas de una pantalla muy elevada (por supuesto, con el borde superior de color verde), manoplas en los puños y una especie de delantal de cuero que evitaba que el frío traspasase casi literalmente los huesos. No era demasiado estético pero cumplía con creces su función.
Hoy en día los materiales han mejorado, los diseños y también la funcionalidad. De ahí que Tucano Urbano tenga prácticamente el monopolio de este tipo de cubrepiernas después de muchos años fabricándolos y además, teniendo una gama muy amplia de modelos. Porque al contrario de lo que pueda parecer en un principio, el diseño no es universal sino que está pensado para cada tipo de moto en particular y que así, encaje y cumpla su función perfectamente.
Tucano Urbano Termoscud, ¿cómo es?
En el Tucano Urbano Termoscud hay más diseño e incluso tecnología de lo que podamos pensar en un primer momento. A nosotros mismos nos sorprendió, pues no nos habíamos parado a mirar ninguno con detenimiento, con las múltiples posibilidades que ofrece y lo bien estudiado que está en todos los aspectos.
Como os hemos dicho, cada Termoscud es diseñado en función de las características propias de cada vehículo de forma que su colocación y anclaje varía de uno a otro. Utilizan varios sistemas diferentes de fijación que van desde correas de velcro a presillas pasando por cinchas que se atornillan directamente a la moto. En nuestro caso particular, utiliza estos dos sistemas de anclaje, siendo muy fácil de instalar cuando llega la época de frío y de quitar al final de la época invernal.
Se presenta en una bolsa de fibras como las de los supermercados y que cuenta con una bandolera para poder llevar al hombro. Es perfecta para guardarlo de un año para otro o, por ejemplo, en aquellos modelos que no va fijado a la moto, poder desmontarlo y llevárnoslo. Además del Termoscud, incorpora las instrucciones además de una serie de pegatinas auto-adhesivas transparentes que sirve para proteger ciertas zonas de la moto del roce contra las presillas de anclaje.
El Tucano Urbano Termoscud esta confeccionado en tres capas diferenciadas con las que se consigue desde una barrera contra el agua hasta funciones de cortavientos y también, una protección térmica contra las bajas temperaturas. El exterior es de Poliamida y todas las costuras están termoselladas, ofreciendo resistencia contra el uso diario. La siguiente capa, es una membrana completamente impermeable que evita que penetre el agua mientras que la tercera, la interior, está forrada para aumentar tanto el confort como evitar el paso del frío.
Llama la atención el sistema patentado que evita que el Termoscud se mueva y flamee cuando vamos en marcha. Su denominación técnica es S.G.A.S. y se trata de unas zonas que se hinchan y dan rigidez al conjunto. En el caso que nos ocupa, el que montamos llevaba dos zonas en la parte baja de los laterales. Mediante una válvula que va recogida en un pequeño bolsillo, la podemos inflar con la boca.
Aunque por el tipo de instalación que se usa en nuestro modelo, el Termoscud es difícil de robar ya que sería necesario o soltar seis tornillos y directamente arrancarlos de cuajo, hay otros modelos que no van anclados solidariamente a la moto y por ello, cuentan con un sistema antirobo formado por un anillo metálico para que los amigos de lo ajeno se busquen otra víctima o mejor, otro forma de ganarse la vida.
También cuenta con otro sistema antirobo: una zona reflectante en el lado derecho en el que podemos anotar, por ejemplo, la matrícula de nuestro scooter de forma indeleble y de esta forma, poder identificarla si la vemos montada en otro scooter como el nuestro.
Cuando no estamos sobre la moto, el Termoscud cubre toda la zona del escudo, plataforma y nuestro asiento, evitando que se moje si llueve. Pero además, incorpora una funda impermeable en un bolsillo que podemos desplegar y con el que cubriremos completamente los dos asientos de la moto. Así al volver, no nos mojaremos los pantalones. También incorpora un bolsillo para llevar los pequeños objetos que habitualmente pondríamos en alguna de las guanteras frontales.
Tucano Urbano Termoscud, ¿cómo se comporta?
La instalación no tiene demasiada dificultad como veréis más adelante en el vídeo que hemos hecho para la prueba. Apenas cinco minutos nos ha llevado colocarlo en su lugar correcto sin que exista posibilidad de duda o error a partir de las instrucciones facilitadas con el Termoscud de Tucano Urbano.
Una vez hinchadas las dos cámaras de aire laterales, ya estamos en disposición de salir con él a carretera. El acceso a la moto es ahora un poco más dificultoso, sobre todo en nuestro caso particular ya que mis piernas son muy largas, con lo que cuesta un poco encajarlas debajo del Termoscud. Ahora bien, una vez hecho tenemos más o menos la misma movilidad que si no llevásemos nada, pudiendo mover los pies libremente por dentro del escudo tanto adelante como atrás.
Aunque no tenemos acceso a las guanteras a no ser que introduzcamos la mano de forma ciega por debajo, si contamos con una práctica tapa dotada de una goma elástica para que se mantenga cerrada y a través de la cual, podemos ver el clausor donde introducir la llave de arranque o para abrir el asiento.
Nos ponemos en marcha y ubicamos las dos piernas tras el cubrepiernas. Los laterales con las cámaras de aire hacen que el Termoscud se pegue perfectamente al lateral de la moto y, tal y como promete, evita que cuando vamos rápido se vaya moviendo y por consiguiente, dejando escapar el aire caliente que se genera en el interior. No era el caso pero aquellas motos que tienen salida de aire tras el escudo proveniente del radiador, debe ser una gozada ya que se formará un pequeño microclima en el que apetecerá hasta meter las manos en los semáforos.
Como opción durante el uso del cubrepiernas, podemos usar dos cinchas que se sujetan por la parte alta de nuestras piernas y sobre la cual nos sentamos, de esta forma dejaremos el Termoscud más tirante y minimizando aun más los posibles movimientos en marcha y, con ello, que se nos escape el gato. De igual forma y si hace mucho frío, podemos sujetar mediante una correa al cuello la parte final del cubrepiernas con lo que nos quedará sujeto sobre el pecho, aumentando la protección contra el frío. Lo veréis en detalle en el vídeo.
La prueba de fuego la realizamos al llegar al primera semáforo. Hay cierta sensación de agobio con el cubrepiernas Termoscud sobre nosotros y sacar el pie no es tan directo como cuando no llevamos nada. Por las particularidades de anclaje del modelo probado, lo más sencillo es sacar el pie a partir de la mitad trasera del escudo que es donde menos resistencia ofrece. Aunque una vez realizada la operación una decena de veces, nuestro cerebro lo automatiza y ya no tendremos ningún problema al parar o arrancar. Es algo así como cuando usas por primera vez los pedales automáticos en una bicicleta, que se hace raro tener que sacar el pie realizando un giro pero luego, el cerebro ya es capaz de hacerlo él solo.
Y ahora, una vez que os hemos contado en detalle en que consiste, ¿qué tal si lo resumimos todo en un vídeo? Play, por favor.
Tucano Urbano Termoscud, resumen y conclusiones
Llega la hora de la valoración final del Termoscud de Tucano Urbano. Lo primero es que cumple con creces para lo que está diseñado. Evita que nos mojemos, nos protege del frío y también que nos ensuciemos, algo que también hay que valorar en su justa medida. Su instalación no requiere grandes dosis de pericia y además, el poder sujetarlo lateralmente para un día de esos raros que hace calor sin tener que desmontarlo completamente, hace que podamos estirar su uso hasta que estemos casi seguros de que lo podemos guardar hasta la temporada siguiente.
Contar con un interior forrado, bolso portaobjetos y funda cubreasiento es un acierto en todos los sentidos. La ventana para la cerradura está muy bien pensada aunque puede que, en algún modelo de scooter, quede más o menos accesible, todo depende del diseño de la moto y la ubicación del clausor.
Esto nos lleva a otro punto, y es el de la estética. Puede que rompa el diseño de la moto pero, que queréis que os diga: ande yo caliente... Por otro lado, perder el acceso fácil a la guantera puede ser un inconveniente aunque no debería serlo con el bolsillo que incorpora, dejando la guantera sólo para aquello que usamos ocasionalmente. El móvil y la cartera están perfectamente guardados y protegidos en el Termoscud.
Su uso en marcha, más allá de los primeros instantes de agobio e incertidumbre, es muy sencilla. Las bolsas de aire hacen su función aunque hemos notado que pierden aire con relativa facilidad. De todas formas, devolverles a la presión adecuada nos lleva menos de 30 segundos así que no es un gran problema.
Por último, el precio. Este depende de cada modelo de scooter que tengamos ya que hay pequeñas variaciones en diseño y en el material usado. Para que tengamos una referencia, éste oscila entre los 105 euros y los 135 euros. En el caso de los megascooter de mayor tamaño y cilindrada, el precio se va hasta los 185 euros. Pero viendo la calidad que hemos constatado, salvo que tengamos un percance con él le auguramos una duración de casi los mismos años que la moto por lo que la amortización está más que asegurada con el paso de los años, y esto sin contar los antigripales que nos ahorramos.
Tucano Urbano Termoscud - Valoración
.66
A favor
- Protección frente a los elementos
- Calidad y acabados
- Uso
En contra
- Sensación de agobio al principio
- Pérdida de presión en las cámaras de aire
Nota: El cubrepiernas Termoscud ha sido cedido por Tucano Urbano. Para más información consulta nuestra política de relaciones con empresas.
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