La policía estadounidense no se anda con chiquitas, aunque los delincuentes tampoco. La última toma viral de 'dashcam' de un patrullero yanqui tiene como protagonista a un narcotraficante fugado en una Suzuki Hayabusa de casi 200 CV al que terminan atrapando tras una épica persecución a más de 230 km/h en Georgia.
La Hayabusa termina completamente destrozada después de una maniobra un total peligrosa para detener al motorista, que tampoco era precisamente un angelito teniendo en cuenta todo lo que llevaba consigo y los cargos de los que se le acusa.
Llevaba metanfetamina y armas en su huida con la Hayabusa
Los hechos ocurrieron hace unos años, concretamente el 6 de noviembre de 2021. Sin embargo, es ahora cuando el departamento de policía ha hecho público el vídeo de la tremebunda persecución entre los agentes y un narcotraficante en una Hayabusa tras conocerse la sentencia final.
La historia comienza cuando un sheriff caza al conductor de la Hayabusa ornamentada con una calavera en el carenado circulando a 32 km/h más del límite permitido. Es entonces cuando enciende los rotativos y le indica parar.
Lejos de detenerse, el ya fugitivo aumenta de velocidad para intentar escaparse. Incluso se anima a gesticular con los dedos que se iba a escapar. A la persecución se tienen que unir agentes estatales que inician una peligrosa persecución a más de 230 km/h durante 30 kilómetros.
La desesperación de los agentes viendo que el fugitivo se les iba a escapar era preocupante. Así que le embistieron una primera vez para intentar tirarlo; fallo. En una segunda acción le chocaron e hicieron que perdiese el control de la moto y se fuese al suelo; la moto quedó totalmente destrozada, humeante, y el narcotraficante, herido en el suelo.
Tras prestarle asistencia médica tras el severo golpe, encontraron que con él portaba una pistola semiautomática calibre 9 mm cargada, 829 gramos de metanfetamina, una pequeña cantidad de heroína, balanzas digitales con residuos de polvo blanco y 1,610 dólares en efectivo.
Dos años después, este verano de 2023 salió la sentencia que llevó a la publicación del vídeo: el hombre, Uriah Wade Hall, ha sido condenado a 20 años de prisión por tráfico de metanfetamina. Antes ya había sido procesado por varios delitos graves, incluido robo, posesión con la intención de distribuir sustancias controladas y dar un nombre falso a las autoridades.