La mecánica es excepcional, una ingeniería que puede llegar a ser hipnótica, como el caso de hoy. El proceso de ensamblado es probablemente una de las partes más satisfactorias y disfrutonas. Un ejercicio que combina mucha práctica con las manos y profundo conocimiento sobre lo que se está haciendo.
Ya sea de 50, de 125 o de 1.000 centímetros cúbicos, ensamblar un propulsor de una moto es una tarea que requiere muchísima precisión. Hay quienes son capaces de hacerlo en tan solo 8 minutos, como nuestros protagonistas de hoy, que trabaja para un fabricante indio de motos, Metro.
Un motor indio de 5,5 CV en tan solo 8 minutos
En algunos países ya sabemos que las motos de baja cilindrada son el corazón de la movilidad. En la India, sin ir más lejos. Allí, Metro fabrica máquinas de 70 centímetros cúbicos funcionales y baratas. Y pueden estar orgullosos de decir que son totalmente artesanales, hechas a mano pieza por pieza.
Es curioso de ver, por eso lo compartimos, cómo sus experimentados operarios son capaces de ensamblar al completo un motor en poco más de ocho minutos, sin trampa ni cartón.
No es un trabajo individual, sino colectivo. Probablemente sea uno de los mejores trabajos en equipo que hayamos visto. Lo automático por lo manual; la línea de producción son las manos de los trabajadores, que se van pasando el motor para cumplir con sus correspondientes labores del proceso.
El trabajo está hecho con mimo. La prisa no es óbice para hacerlo mal. Lo podemos ver todo sin prisa: desde la colocación del cigüeñal y las bielas, seguido por el montaje del pistón y el cilindro, la culata, sistema sistema de distribución, se conectan los sistemas de lubricación y refrigeración, y se instalan los componentes de admisión y escape...
Todo un proceso manual que va pasando de mano en mano. Pero la cosa no termina ahí. Para ver a la moto terminada tenemos que saltar al siguiente vídeo. Ensamblar el motor al chasis de la moto es el siguiente paso, justo antes de acoplar todas las piezas de la parte ciclo y dejar la moto preparada.
De nuevo, todo el proceso es manual, y la única máquina que hay es la que utilizan los operarios. El resultado es una Metro MR 70 propulsada con un corazón monocilíndrico refrigerado por aire que produce 5,5 caballos de fuerza y 4,5 Nm de par motor. Su velocidad máxima es de 70 kilómetros por hora.