WSBK contra MotoGP, ¿qué futuro le espera al Campeonato del Mundo de Superbikes?
Cuando se piensa en motociclismo de competición la mayoría del público inmediatamente piensa en MotoGP. Sólo unos pocos verán en el Campeonato del Mundo de Superbikes un referente a nivel deportivo de cómo ha ser un campeonato con pilotos de todas las nacionalidades y motocicletas derivadas directamente de los modelos de serie que un aficionado cualquiera puede comprar en el concesionario.
Por suerte, SBK poco a poco parece calar entre la afición y gozar de una segunda juventud sobrevenida a causa de un cambio de manos de sus derechos, pero ¿es una situación reversible? ¿Cómo se puede potenciar un campeonato para hacerlo (aún más) atractivo para los aficionados desde el punto de vista del organizador?
Más espectáculo, más aficionados, más dinero
A diferencia de otros países vecinos como Francia, Italia, Alemania o Reino Unido, en España nuestra visión del WSBK es el de un campeonato de segunda categoría. De hecho hay un nutrido grupo de 'aficionados' que ni siquiera conocen a los pilotos, o incluso la existencia del otro mundial. Mientras que en otros países los circuitos cuelgan el cartel de lleno absoluto, en España se regalan los pases de fin de semana para que las gradas se pueblen y aun así no se llega a la mínima.
Hace algún tiempo charlando con un empleado de una marca muy ligada a SBK me contaba que tenía unos amigos italianos que iban a pasar unos días en España y que querían aprovechar para ver una de las citas que coincidían con su estancia, a ver si les podía conseguir unos pases bien de precio. Este empleado narraba cómo los italianos no se creían que les pudiera regalar entradas porque aquí los aficionados no llenasen los circuitos.
Para que Dorna levante el vuelo de Superbikes tendrá que esforzarse por hacer las cosas bien, sin inventos raros ni polémicas
Y no es culpa de los aficionados, es culpa de la gestión de un mundial al que durante años se le ha dado estopa desde las altas esferas. Dorna, propietaria de los derechos del Campeonato del Mundo de MotoGP ha defendido su producto durante años y años, menospreciando en cierto modo la existencia del campeonato paralelo que podría hacerle sombra.
Durante años nos han vendido que los pilotos del WSBK eran los descartados de MotoGP y sus categorías inferiores, o que las marcas iban allí para intentar ganarse unas migajas de logros deportivos. O una especie de cementerio de elefantes para veteranos de MotoGP casi unidireccional, con ocasiones contadas de pilotos de SBK que llegaron a MotoGP, en una especie de endogamia de la que debías participar en Moto3 y Moto2 (o 125 cc y 250 cc) si querías llegar a la cúspide del motociclismo.
A nivel de aficionado, mientras que una entrada de MotoGP te da derecho a ver las carreras desde la grada, en Superbikes puedes ver más carreras en el mismo fin de semana (dos de Superbikes, Supersport, Superstock, SSP 300...) además de poder pasear por el paddock y zambullirte en un entorno infinitamente más accesible que el circo (mediático o no mediático) de MotoGP y toda su parafernalia. Un fin de semana de carreras mucho más disfrutable por menos dinero.
Ahora, bueno, concretamente desde 2013, Dorna compró los derechos del Campeonato del Mundo de Superbikes a Infront Sports & Media y el resultado es que la misma empresa tiene en cartera la gestión de dos campeonatos antaño competidores.
La era Dorna en el WSBK
El error es un error de base, considerando a MotoGP y SBK como competencia directa que en realidad no son. MotoGP es un campeonato de prototipos mientras que SBK es un campeonato de motos derivadas de serie. Podrían haber convivido durante todos estos años de manera pacífica y amistosa, pero no lo han hecho.
Con los derechos de ambos certámenes en manos de Dorna la situación es, como poco, complicada. Dorna quiere extraer de manera legítima el mayor rendimiento a sus derechos del WSBK y para ello tiene que crear una fórmula atractiva, aún más atractiva de lo que ya es en realidad porque a los gestores no les parece suficiente.
Cuando Dorna colocó al frente del mundial de Superbikes a Javier Alonso no tardaron en aparecer ciertas polémicas después del revuelo por la gestión del Sepangate de 2015 entre Rossi y Márquez. El por entonces Director de Carrera de MotoGP declaraba que "Rossi se mueve, pero eso no es una patada. No entendemos la actitud Márquez yendo a cuchillo a por la tercera posición", implicándose de manera innecesaria en un conflicto que todos sabemos cómo acabó.
Que hasta hace poco las Superbikes no corriesen en los circuitos del mundial de MotoGP no era casualidad. MotoGP y Superbikes podrían complementarse, vivir en armonía y apoyarse uno en otro
Después de aquello, el Director Ejecutivo del WSBK empezó a cambiar las cosas con la parrilla de las motos derivadas de la serie y suyas fueron las palabras que tanto molestaron a los pilotos a los que se refería cuando dijo que "necesitamos más rivalidades, no queremos una parrilla de amigos sonrientes que se felicitan después de cada carrera".
La oposición principal a aquel requerimiento se la dio Chaz Davies de forma incontestable al afirmar que "iba a ganar carreras, me importa una mierda llevarme bien o no con el resto". Algo así como un "no te metas en mis asuntos" en toda regla por parte del británico que dejaba entrever un malestar notable en la parrilla por la preocupación de Dorna por el show más que por el aspecto deportivo.
En el mismo sentido se mostraron disconformes varios pilotos con la imposición del nuevo sistema de parrillas invertidas que se ha estrenado este 2017 en el que quien gana la primera carrera del sábado sale noveno en la carrera del domingo. Una maniobra destinada únicamente a incrementar el número de adelantamientos y cuyo resultado ha sido que no haya cambiado nada a cambio de aumentar la peligrosidad de las primeras vueltas de forma gratuita. Los ganadores siguen ganando los domingos sin reparo ninguno, así que ahora se plantean si eliminarlo para 2018 después de sólo un año de experimento.
A finales de 2016 Alonso fue destituido y sustituido por Dani Carrera, su segundo de abordo hasta ese momento. Toda la preocupación de Dorna parece centrarse en la falta de espectáculo y por eso se han fijado también en que Kawasaki y Ducati están acaparando absolutamente todas las victorias. Para remediarlo se están planteando la imposición de una centralita única, lo que destrozaría los desarrollos propios de cada marca destinados a sus motos de serie en vez de fijarse en un campeonato exitoso, sano y muy espectacular como el British Superbike Championship.
En Inglaterra corren pilotos mundialistas de más que contrastada experiencia con motos de todas las marcas en condiciones de máxima igualdad, y ahí precisamente es donde Jonathan Rea puso el dedo en la yaga recientemente opinando que "Dorna debería dejar de jugar con el reglamento y preocuparse porque marcas como Honda o Yamaha se impliquen", la única forma de que los pilotos de estas marcas estén más cerca de la cabeza de carrera.
Suzuki no está, las Yamaha no acaban de funcionar y sus pilotos cuentan con novedades contadas de pascuas a ramos, Jordi Torres está haciendo maravillas con una BMW con electrónica de serie que BMW no quiere explotar, Aprilia está casi más fuera que dentro después de haber ganado varios mundiales, MV Agusta bastante tiene con lo suyo para mantenerse a flote y Honda, ¡ay, Honda!
El carácter de los pilotos del WSBK puede jugar en contra de las ocurrencias Dorna, aunque el clima cada vez se parece más al de MotoGP, menos accesible
A estas alturas faltan excusas para el caso del equipo Ten Kate. Un equipo cuyo único apoyo por parte de fábrica son las motos de serie (que por cierto llegaron muy tarde esta temporada obligando a Bradl y Hayden a hacer la pretemporada con las motos de 2016) que luego tienen que preparar conjuntamente con Cosworth.
El tristemente fallecido Nicky Hayden poco antes de su accidente no se mordía la lengua al poner de relieve que "necesitamos un cambio de rumbo, no podemos darle más tiempo a esta moto. No funciona". Después, Bradl descubrió que la moto desarrollada por HRC para las 8 Horas de Suzuka era mucho mejor que la suya del mundial, empezando por la electrónica y acabando por el carácter de un motor mucho más aprovechable. Ahora, por fin, parece que los japoneses reaccionan pero veremos si no se queda en papel mojado.
Es más que cierto que hay una enorme brecha entre Kawasaki y Ducati y el resto de marcas, y no sólo porque cuenten con los mejores pilotos de la parrilla sino porque las demás marcas no se implican de la misma manera en el WSBK. En lugar de convencer a los fabricantes, parece que las intenciones apuntan en otra dirección.
Se rumorea que alrededor de Jonathan Rea están surgiendo presiones para que abandone WSBK y se marche a MotoGP, pudiendo ocupar el asiento de un poco acertado Andrea Iannone en su primer año con Suzuki. La marca no estaría nada contenta con la actitud del piloto italiano y vería con buenos ojos su reemplazo por un Rea que viene de dominar tres años seguidos en SBK, siendo el único que consiga tres coronas consecutivas en el campeonato si no pasa nada raro de aquí a final de temporada.
Puede ser cierto, o puede que sólo sea un rumor, pero para Rea llegar a un equipo de fábrica de MotoGP es todo un caramelito, aunque sea con otra marca distinta. La cuestión es que será pan para hoy y hambre para mañana que decía mi abuelo.
Notarás que hemos dejado al margen las consideraciones sobre derechos de retransmisión y demás, al fin y al cabo cada empresa tiene derecho a hacer lo que quiera con la emisión de sus campeonatos nos guste o no. En cualquier caso, Superbikes es un campeonato con mucho futuro a poco que se le cuide. Así que por favor Dorna, no nos lo estropees.