Probamos la Husqvarna 701 Svartpilen: una exquisita moto para el carnet A2 que prioriza el diseño sobre el confort
Hay motos poco agraciadas, hay motos normales, hay motos bonitas y luego hay otras que se conciben más como productos de diseño que como motor. La Husqvarna 701 Svartpilen va más allá de ser una mera solución de transporte, es una moto que se ha esculpido para llamar la atención de aquellos que miran más allá de las líneas superficiales.
Con un estilo neo-retro, minimalista y nórdico unido a una base mecánica y de parte ciclo sobradamente conocida, la 701 Svartpilen es una de esas motos a las que es difícil que no. La hemos probado, nos ha gustado y te vamos a contar por qué se la perdonan sus puntos flacos. Porque los tiene.
Husqvarna Svartpilen 701: todo diseño
El principal argumento de la Husqvarna 701 Svartpilen es, sin duda, su diseño. Hay que reconocer que no es una moto que destaque por su tecnología, ni por sus medidas de seguridad, ni por su mecánica, sino que orbita alrededor de un diseño exquisito y cuidado casi hasta el extremo para convertirla en una de nuestras motos favoritas. Al menos sobre el papel, pero no vamos a hacer spoiler que de esos temas hablaremos luego.
Extremadamente atractiva. Basta un vistazo para darse cuenta de que la 701 Svartpilen es una moto que se sale de lo normal. Desde su presentación como prototipo en 2017, cuando se presentó como prototipo derivado de la 701 Vitpilen, nos dejó con un muy buen sabor de boca. Parecía una moto con una propuesta diferente, fresca y sugerente. En persona no defrauda. Para nada.
A decir verdad la Husqvarna 701 Svartpilen en persona sorprende porque es aún más pequeña de lo que aparenta en fotos. Algo a lo que ayuda aún más su diseño minimalista. Y precisamente sobre su diseño es de lo que vamos a hablar ahora, porque tiene mucha tela que cortar, junto con su historia.
La historia de Husqvarna comienza en 1689 como fabricante de rifles para el ejército sueco, pero eso no nos interesa demasiado. Como muchas otras marcas de motos, comenzó fabricando bicicletas tiempo después, para producir su primer modelo motorizado en 1903, con su primer motor propio ensamblado en 1920.
Desde el inicio el vínculo de Husqvarna con el mundo offroad ha sido más que palpable, convirtiéndose en una potencia a nivel mundial en la segunda mital del siglo XX con 14 campeonatos del mundo de motocross y 24 campeonatos del mundo de enduro en los años 60 y 70. En 1987 la marca de motos de Husqvarna se vendió a Cagiva (Grupo MV Agusta) cosechando mundiales de supermotard en 2005 y 2008.
Pero la historia de Husqvarna no termina ahí, ni mucho menos. Tras la incertidumbre financiera dentro de la casa italiana, Husqvarna pasó a manos de BMW en 2007 en una aventura sin mucho sentido. L alemanes quisieron entrar en el segmento offroad con aquellas BMW G 450 X de 2008 y dar a Husqvarna la oportunidad de entrar en el mundo de las motos de calle con la atrevida Husqvarna Nuda 900 de 2012, basada en las BMW F 800 R.
BMW perdió rápidamente el interésen esta alianza y AG Industries tomó el control de la firma. Sí, KTM adquirió a Husqvarna y la convirtió en su filial, compartiendo con la firma sueca tecnología, mecánicas y, sobre todo, es prestigioso estudio de diseño Kiska encargado de los espectaculares diseños de KTM.
Todo este periplo nos sirve para explicar por qué Husqvarna ha presentado la 701 Svartpilen, pues es sin duda una vuelta a los orígenes de la marca, recuperando la esencia estética de los modelos offroad y maridándola con el diseño nórdico. Todo sobre una base mecánica conocida y más que amortizada.
El resultado es una moto compacta donde casi todo el peso visual recae sobre un depósito esculpido de líneas suaves en su parte central y cortado a machete por los laterales. Un depósito que se une de forma sutil con el subchasis a través de un asiento mínimo, rematado por un asiento del pasajero que simula un pequeño alerón en su cola.
La zaga es sin duda lo más interesante de esta moto con el piloto LED muy bien integrado y un lateral derecho soberbio, dotado de una placa portanúmeros y un escape biselado y de salida elevada perfectamente integrado en el diseño. Como detalle, el 701 es casi omnipresente: depósito, placa trasera, paso de rueda... está por todas partes. Los acabados por cierto son excelentes y la iluminación full LED le da un plus de modernidad. Los retrovisores redondos son bastante feos y desentonan con el conjunto.
El remate lo ponen las llantas de radios con aros negros que le sientan fenomenal a este modelo, el portamatrículas anclado al basculante y un minucioso trabajo de pintura. No nos ha gustado en cambio en cuadro de mandos, innecesariamente grande para un diseño tan sutil. Parece una escafandra. Es muy sencillito, con una esfera digital bien repleta de información pero con elementos bastante pequeños y sus controles se realizan con unos incómodos botones en su lateral.
Si nos sentamos a sus mandos para trastear rápidamente nos damos cuenta de que es una moto que se siente muy, muy pequeña. Su parte central es extremadamente estrecha y gracias a ello, aunque el asiento está colocado a 835 mm de altura, se llega bien con los dos pies al suelo con 170 cm de altura.
Con 161 kg de peso en orden de marcha y el depósito vacío, es una moto que se mueve muy bien en parado. Es una buena moto para aquellos que busquen algo diferente pero no quieran la típica moto del carnet A2. De hecho Husqvarna la vende como una moto destinada a aquellos amantes del diseño que busquen la diferenciación; y vaya si lo consigue.
Pero es hora de arrancar a la sueca. Pulsamos el botón de la piña derecha (unas piñas que son bastante simples, por cierto, pero con buenos ajustes) y el motor se pone en marcha con una presencia considerable. No es para menos, es un big mono.
Diversión al estilo sueco-austriaco
El corazón de esta Husqvarna 701 Svartpilen es un viejo conocido. Se trata de un monocilíndrico de cuatro tiempos que roza los 700 centímetros cúbicos (693 cm³ concretamente), heredero directo del motor LC4 de KTM que impulsaba a las monocilíndricas de la marca austriaca y adaptado a los nuevos tiempos.
Durante los primeros metros ya nos damos cuenta de que la 701 Svartpilen es una moto que se sale de lo habitual. Mientras la mayoría de las marcas siguen el mismo camino hacia un carácter inocuo, las Husqvarna reciben buena parte del carácter presente en las KTM. Y eso tiene sus cosas buenas y sus cosas malas al mismo tiempo, según el prisma desde el que se mire.
En marcha la configuración del motor se traduce en un conjunto que transmite. El propulsor se hace sentir, tiene mucho par, no es especialmente dócil y a bajas vueltas puede pegar alguna coz, además, vibra bastante. No sé a ti, pero a mí me gusta. Tiene genio, te habla, te replica. Hoy por hoy, este tipo de motores son casi inexistentes en el mercado y lo tienen muy difícil de cara a la Euro5. De hecho, esta Svartpilen 701 sigue siendo una Euro4, por lo que es probable que dentro de poco deje de comercializarse.
En cuanto a sus cifras, con 73 CV y 74 Nm de par motor, es una moto que tiene potencia de sobra. Su empuje es bastante lineal con cierta tendencia a mostrar una patada suplementaria en la zona media-alta, aunque no le gusta demasiado girar arriba, donde pierde fuelle.
Su entrega unida a la ligereza del conjunto la convierten en una moto muy, muy entretenida. Es fácil que la rueda delantera pierda contacto con el asfalto a la salida de las curvas, y será difícil encontrar momentos en los que echemos en falta un poderío mayor. Es una de esas motos que se pueden conducir con el gas abierto a tope en tramos revirados encontrando la potencia justa.
Equipa de serie control de tracción (desconectable) y cambio semiautomático, lo que la dan un plus de seguridad y efectividad. Lo que no hay es regulación del control de tracción y se porta de una manera bastante restrictiva en cuanto la rueda delantera se aligera. Algo más de permisividad estaría bien, pero han optado por mantener el equipamiento electrónico en el mínimo.
Lo bueno de este modelo es que el chasis también acompaña al motor. Es más, el bastidor multitubular de acero al cromo-molibdeno al que se sujeta el monocilíndrico deriva también de las KTM con esta configuración, como las KTM 690 Duke. Se trata de un bastidor bastante rígido, pero acompañado de unas suspensiones bien planteadas para el tipo de moto que es.
En el tren delantero contamos con una horquilla invertida con barras de 43 milímetros y en el tren trasero un monoamortiguador con bieletas. Ambos son WP APEX y son regulables, aunque a decir verdad, el tarado que ofrecen de serie nos pareció el más acertado.
Con 150 mm de recorrido en ambos trenes, la Husqvarna 701 Svartpilen se comporta como una moto muy divertida. Los reglajes son suaves en el primer tramo del recorrido por lo que nos ofrecen mucha comodidad sobre asfalto rizado, pero se endurecen progresivamente para mostrar la consistencia justa.
Se mueve, sí, pero de forma controlada y dejándose llevar de un lado a otro con facilidad sin rechistar. Sí nos pareció un tanto seco de reacciones el amortiguador. El conjunto funciona muy bien en carreteras reviradas, es divertida, quizá de las mejor resueltas a nivel dinámico con un claro enfoque desenfadado y gamberro. Ahora bien, pese a su estética scrambler/flat tracker no es una moto apta para usar fuera del asfalto.
De serie equipa unos neumáticos Pirelli MT60 RS con dibujo de taco que le van como anillo al dedo al diseño general y en concreto a las llantas de radios. No son unos neumáticos de carretera 100% ni mucho menos unos deportivos, pero le van muy bien al diseño de la moto funcionando bien sobre asfalto.
En un mundo donde la sobreequipación parece norma general, Husqvarna ha decidido conservar un equipo de frenos sencillo. El tren delantero equipa sólo un disco de 320 milímetros mordido por una pinza radial de cuatro pistones; detrás el disco es de 240 mm. Eso sí, el material es Brembo/Magura de primera calidad, con mucho mordiente y buena dosificación.
No necesita más, pues tampoco desfallece bajo uso intensivo. Lo que no acabó de convencernos es la intrusión del ABS Bosch 9.1MP. Si bien es un equipamiento que ha demostrado ser muy acertado en otros modelos, en esta moto es demasiado intrusivo en el eje trasero, no así en el delantero. Lo bueno es que es desconectable.
En autovía y tramos de carreteras amplias la ergonomía no es especialmente buena. Es una moto tan compacta en su parte central que las rodillas quedan muy expuestas; no llegamos a integrarnos con la moto porque habría que cerrar mucho las piernas para abrazar el depósito. La protección aerodinámica es nula (lógico) y el asiento es un poco como papel de fumar: fino y duro. Tampoco ayudan al confort unas vibraciones muy notables, sobre todo en los retrovisores.
El pasajero tampoco tiene una posición especialmente cómoda. Su asiento también es de mullido tirando a duro aunque algo más generoso que el del piloto, pero lo que no tiene es un lugar digno donde agarrarse salvo que eche las manos al faro, y apoyarse en un depósito que queda tan bajo es imposible.
El precio de la personalidad
Otro de los puntos que nos impedirá hacer largas tiradas es su autonomía. Cuando se da más poder a los diseñadores que a los ingenieros pasan cosas como que el depósito de combustible se queda en unos muy escuetos 11,2 litros de capacidad. El consumo es bastante escueto con 4,4 litros a los 100 km, pero recorriendo apenas 140 km ya se encenderá la luz de la reserva. Eso sí, los repostajes son frugales.
El precio de la Husqvarna 701 Svartpilen es de 9.999 euros. Rozar los 10.000 euros para una moto de sus características se antoja excesivo. A su favor tiene que no hay una competencia semejante en el mercado porque todas las motos similares en cuanto a estilo o potencia son notablemente inferiores en cuanto a calidad general y acabados. Aparte, el diseño se paga, y la 701 Svartpilen es casi más una escultura que una moto.
En conjunto, la Husqvarna 701 Svartpilen nos ha parecido una moto muy, muy interesante. Una de esas motos que nos encantaría tener en nuestro garaje porque es una propuesta muy disfrutable. Sí, tiene puntos a criticar, pero otros en los que brilla especialmente. Por eso es una moto tan atractiva. Además la Husqvarna Svartpilen 701 es apta para el carnet A2. Se puede limitar a 47 CV para aquellos que tengan la limitación vigente.
Las motos son al fin y al cabo una decisión pasional, y en este caso Husqvarna ha puesto sobre la mesa un modelo que te conquista si eres de los que les gustan las motos con mucha personalidad. Porque a personalidad es difícil encontrar motos que ganen a esta sueca.
Husqvarna 701 Svartpilen 2020 - Valoración
7.0
A favor
- Diseño exquisito
- Facilidad de conducción
- Divertida a rabiar
- Es una moto diferente
En contra
- Precio elevado
- Vibraciones muy perceptibles
- Poco amable con el pasajero
- Autonomía mínima
Husqvarna 701 Svartpilen 2020 - Ficha técnica
Motor | ||
---|---|---|
Tipo | Monocilíndrico de cuatro tiempos | |
Cilindrada | 693 cm3 | |
Compresión | 11,2:1 | |
Arrangue | Eléctrico | |
Diámetro x carrera | 80 mm x 105 mm | |
Potencia | 73 CV | |
Par motor | 74 Nm | |
Refrigeración | Líquida | |
Encendido | Electrónico | |
Embrague | Multidisco en baño de aceite con sistema antirrebote APTC | |
Caja de cambios | Seis velocidades | |
Parte ciclo | ||
Chasis | Multitubular de acero | |
Suspensión delantera | Horquilla invertida WP APEX de 43 mm de diámetro, 150 mm de recorrido | |
Suspensión trasera | Monoamortiguador WP APEX, 150 mm de recorrido | |
Freno delantero | Disco 320 mm con pinza de anclaje radial Brembo | |
Freno trasero | Disco simple de 240 mm con pinza de un pistón Brembo | |
Rueda delantera | De radios, 110/80 ZR18 | |
Rueda trasera | De radios, 170/60 ZR17 | |
Dimensiones y pesos | ||
Distancia entre ejes | N/D | |
Longitud | N/D | |
Anchura | N/D | |
Altura asiento | 835 mm | |
Avance | N/D | |
Peso sin combustible | 161 kg | |
Depósito | 11,2 litros | |
Precio | 9.999 euros |
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