¿Qué mejor que una carrera en grupo para aguantar el tremendo madrugón (o empalme) de las 4 de la mañana? Pues eso es lo que nos han brindado en Phillip Island los pilotos de 125. Lo mejor de todo, a parte de la carrera en sí, es que el Mundial se pone al rojo vivo, ya que los 9 puntos de ventaja que le llevaba Talmacsi a Faubel antes de la prueba australiana se han evaporado con el sol que ha lucido en Phillip Island. Bueno, se han evaporado todos menos 1. Esa es la ventaja del húngaro sobre el español en la general. 1 punto.
La carrera la ha ganado la Derbi de Lukas Pesek, en un apretado final con el también español Joan Olivé, que ha metido su Aprilia 2ª en una sensacional actuación, y Héctor Faubel, que ha sido finalmente 3º completando el podium. 2 españoles en el podium no era una mala manera de comenzar la noche. Pero insisto, la carrera ha sido muy bonita, lo que la prensa especializada denominará "una carrera típica de la cilindrada pequeña". Pero es que ha sido tal cual: un nutrido grupo peleándose constantemente y un espectáculo de rebufos en la recta de meta. Eso, vuelta tras vuelta. Hay que hacer mención especial a la actuación del joven español Esteve Rabat, que ha estado muy activo entre tanto piloto con patas negras de verdad. Al final, un estupendo 5º puesto para el piloto catalán le daba unos buenos puntos para el Mundial. Para valorar este 5º de Rabat, sólo hay que ver lo caro que han estado las posiciones delanteras en esta carrera (¡en menos de 1 segundo y medio han entrado los 9 primeros!): Gabor Talmacsi finalizó en un retrasado 8º puesto, y el poleman, Mattia Pasini sólo pudo ser 7º con su rapidísima Aprilia. Para quitarse el sombrero, Tito!
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