¿Os acordáis de esta escena? Como se suele decir, los más viejos del lugar lo recordarán: es la escena que pudimos ver a principio del 2009 en los retos que todos los años hace Red Bull denominado New Year, No Limits. Allí, Robbie Maddison se lanzó desde lo alto del Arco del Triunfo de la ciudad de Las Vegas después de haber subido de un salto.
Drop-in es como se denomina ese truco y que consiste en lanzarse desde una plataforma elevada para caer sobre una rampa de aterrizaje situada metros más abajo y que normalmente no tiene unión directa con la zona de salto. Y precisamente eso es lo que volvió a hacer Robbie Maddison en la tarde del sábado con motivo de la cita de los Crusty Demons Thirst 4 Destruction en el Acer Arena de Sidney.
Maddo se situo junto con su Yamaha YZ250F a 21 metros de altura y se lanzó al vacío para aterrizar suavemente sobre la rampa preparada a tal efecto. Desde fuera parece sencillo pero es algo muy complicado ya que hay que conseguir bajar el frontal de la moto con muy poca giroscópica en las ruedas y en un breve espacio de tiempo. Además, el despegue de la rampa tiene que ser el exacto ya que quedarse corto es caer de cabeza e irse largo es no poder caer en la rampa.
Me da vértido sólo verlo...
Vía | Two Wheels Blog