Este verano está siendo un gran mes para los derechos de las mujeres en Arabia Saudita. Por primera vez desde la llegada al poder del fundamentalismo y su sharía , el estado permite que las mujeres puedan volver a conducir y subirse a una moto en un movimiento respaldado por el propio rey Salmán bin Abdulaziz.
Concretamente el 24 de junio ha sido el día en el que las mujeres saudíes han podido volver a ser conductoras sin miedo a ser detenidas y apresadas por las autoridades del país de Oriente Medio. La respuesta de las mujeres ha sido inmediata, con ocho mujeres decididas a formar un club de Harley-Davidson.
Mas que moteras, las "Ladies of Harley" son luchadoras por los derechos de las mujeres
Las de momento ocho mujeres de Arabia Saudí han salido a la calle orgullosas sobre sus Harley-Davidson, fundando el "Ladies of Harley" de Riad, con el que esperan ser inspiración para otras y ampliar rápidamente el número de integrantes. Igual que Aseel Al-Hamad, la piloto profesional que por primera vez pudo pilotar en su tierra, siendo además el Fórmula 1 con el que Kimi Raikonen ganó en Abu Dabi 2012.
Las mujeres del país saudí han visto en conducir una nueva expresión de sus derechos y una reafirmación en la difícil lucha feminista en un lugar tan complejo. Con sus libertades coartadas durante décadas (no obtuvieron el derecho a voto hasta 2011), las motos se han convertido en una forma de defensa y reclamación de los derechos individuales.
Marwan Al-Mutlaq, propietario del mayor concesionario Harley-Davidson de Arabia Saudí, ha asegurado que "son muchas las mujeres que se han interesado por las clases para montar en moto y por la adquisición de una. Este movimiento va a seguir creciendo".
En un país donde las mujeres acostumbra a vestir con abaya mostrando como mucho el rostro es especielmente significativo que en este mismo concesionario, cinco de las "Ladies of Harley" se acercasen a preguntar por las prendas de equipamiento que la propia Harley-Davidson comercializa.
Quieren ser la imagen del cambio de la sociedad de su país, aun arriesgándose a ser consideradas como activistas, algo que las podría suponer el arresto. Pese a que pueden llevar ropa técnica, en público deben seguir la indumentaria tradicional saudí, sin dejar intuir la forma de su cuerpo.
Aunque las mujeres de Arabia Saudí aún tienen que sufrir el anacronismo de pedir permiso a un hombre para poder sacarse el carnet de conducir, al menos sus vehículos ya no contarán con matrículas que identifiquen el género de quien los conduce, ni coches ni motos.
Hace poco veíamos que las cosas se están poniendo complicadas para Harley-Davidson en Estados Unidos, así que toda nueva clientela es bienvenida. Especialmente si sirve para progresar en lo referente a los derechos personales y rubricar un nuevo capítulo en la historia de Oriente Medio.