No hay duda de que la sorpresa del año la ha dado Yamaha con el buen rendimiento de la M1. Ya sea con los Bridgestone de Rossi, con los Michelin de Lorenzo o en el equipo satélite Tech 3 de Edwards, la M1 está delante en todas las carreras, tal y como pudimos ver este fin de semana en el GP de Francia dónde copó los tres peldaños del podium.
El motor estaba perfectamente puesto a punto, y los aproximadamente 210 caballos que desarrolla hacían que sus rivales de Honda y Ducati se quedasen atrás en las rectas. Además en las curvas la Yamaha se movía mucho menos que las demás, sin duda gracias a un chasis y unas suspensiones que han evolucionado mucho desde aquella primera M1 intratable que Valentino cogió hace tres años. ¿Es esta M1 ganadora fruto del trabajo de Valentino?
Lo que si sabemos es que desde que la reglamentación limitó la cilindrada de las MotoGP a 800 centímetros cúbicos en 2007, Yamaha ha centrado el desarrollo de la M1 en tres puntos: por un lado estaba el motor, que debía aumentar su potencia a pesar de la reducción de cilindrada. Además este debía consumir menos, ya que el deposito de combustible está ahora limitado a 21 litros. Por otro lado el chasis tenía que mejorar, ya que la velocidad de paso por curva era el gran handicap de la M1. Por último, el sistema de control del motor (desarrollado por Magneti Marelli) también ha mejorado mucho, permitiendo una entrega de potencia mucho más suave, lineal y en definitiva pilotable.
El motor es ahora 8 milímetros más estrecho, 5 milímetros más bajo y 3,5 kilos más ligero que en la versión de 990 centímetros cúbicos. Hasta lograr estos resultados, durante la pasada temporada se han utilizado cuatro tipos de motores distintos, evolucinando hasta alcanzar una mejora de la potencia de un 4%, ha aumentado en 1.000 revoluciones el punto de corte de inyección y ha reducido el consumo en un 3%.
Otra evolución de la pasada temporada fue la mejora aerodinámica, ya que la M1 es ahora un 1% más rápida en velocidad punta que a comienzos de la pasada temporada. Esto, unido a una velocidad media de paso por curva 10 kilómetros por hora mejor que a principio de temporada, da como resultado una YZF-M1 realmente competitiva.
Por último el sistema de gestión del motor. Éste realiza ahora muchos más operaciones por minuto, interviniendo en el par motor que se entrega en cada momento, el control de tracción y los consumos de combustible. Una de las principales novedades de éste sistema es que ahora puede variar la gestión del motor en cada curva ya que las reconoce según la programación que le hayan introducido. De forma se puede conseguir que el motor funcione de forma óptima en cada curva de cada circuito.
Todas estas evoluciones se fueron introduciendo a lo largo de la pasada temporada, y así la moto que hoy pilotan Rossi, Lorenzo y Edwards se encuentra a un gran nivel. Buen trabajo.
Vía | Yamaha