Probamos el BMW X2 City: un patinete eléctrico de 2.400 euros que va sobrado de todo
La movilidad eléctrica forma parte del futuro de las ciudades. Cómo conocemos el tráfico hasta ahora está mutando en favor de formas más limpias y eficientes de desplazarse y los patinetes eléctricos sin duda que han sido un de las opciones que mayor recorrido está teniendo.
Tanto por la propia solución que encarnan como el apoyo masivo que están consiguiendo por parte de las grandes marcas de automoción, los patinetes han llegado para quedarse, así que hemos querido probar qué ofrece el más caro de todos ellos: el BMW X2 City que porta orgulloso la insignia de BMW Motorrad.
BMW X2 City: un patinete eléctrico a la alemana con pros y contras
Englobado dentro de la categoría Pedelec25, el BMW X2 City representa una opción única dentro del segmento de los patinetes eléctricos. Se posiciona directamente como el patinete más grande, robusto y lujoso de cuantos existen en el mercado, y eso tiene sus puntos buenos y los no tan buenos.
A primera vista el X2 City convence y mucho, especialmente para alguien acostumbrado a moverse en moto o en bicicleta. Por dimensiones resulta habitable y dan ganas de subirse a él porque no parece un juguete. A simple vista desprende robustez y la calidad de los acabados están a la altura del fabricante alemán. Como contrapartida resulta bastante grande para moverlo dentro de casa o en entornos saturados de gente como el transporte público en hora punta.
Un pequeño cuadro de mandos compuesto por una pantalla monocromática, cuatro botones y un pequeño joystick serán el interfaz con el patinete de BMW. A través de él podemos consultar la distancia recorrida, la velocidad, la potencia, el estado de la batería y la autonomía restante. Además, y pensando en las tecnologías, el X2 City incorpora un puerto micro USB para poder cargar el smartphone mientras nos desplazamos.
El motor eléctrico va situado en el interior del buje de la rueda trasera, pero BMW no indica la potencia. La entrega se regula de dos maneras: por un lado tenemos una botonera en el display para habilitar los cinco niveles de potencia disponibles y en segundo lugar será el pedal situado en la parte trasera lo que nos dé esa fuerza de empuje.
Esto supone un cierto periodo de adaptación y es que no contamos con un acelerador al uso. Para que el X2 City empiece a empujar tendremos que impulsarnos hasta superar los 6 km/h y a partir de ahí pisar sobre el pedal hasta un máximo de cinco veces, una por cada nivel de potencia.
Los cinco niveles se reparten según la velocidad máxima que pueden alcanzar: 8, 12, 16, 20 o 25 km/h, por lo que los niveles inferiores no son realmente útiles salvo para movernos en zonas complicadas o cuando queramos ahorrar batería.
Como parte de este periodo de adaptación también se encuentra el uso de los frenos. El equipo destinado a detener el BMW X2 City está compuesto por frenos de disco en ambos ejes, los dos accionados de forma hidráulica y firmados por el prestigioso especialista Magura. En la mano derecha manejamos el freno trasero y en la mano izquierda el delantero, mientras que el pedal trasero como hemos dicho que normalmente sería el freno aquí es el acelerador.
Una vez que nos hemos habituado a el particular manejo del X2 City la segunda fase de aclimatación corresponde a la dosificación de la frenada y es que tienen una potencia incluso exagerada para un vehículo ligero que como máximo puede impulsarse hasta 25 km/h. Son infinitamente más efectivos que los de cualquier otro patinete eléctrico, con un tacto muy de moto. Además no dispone de ABS por lo que es bastante sencillo llegar a bloquear, especialmente la rueda trasera.
Gracias a un chasis de tubo de acero soldado que está claramente sobredimensionado para su propósito y una parte ciclo con llantas de radios, neumáticos con cámara y bien equipado en cuanto a componentes, nos encontramos con un patinete que está muy por encima de la media en cuanto a su estabilidad.
Como manda la normativa vigente, su velocidad máxima es de 25 km/h. Circulando a esa velocidad es cómodo, espacioso gracias a su ancha plataforma y a su manillar telescópico regulable en altura. Dejando que gane velocidad en bajadas pronunciadas, hemos llegado a rodar con el X2 City a más de 50 km/h sin tener la más mínima sensación de inseguridad.
Además de las ruedas de gran diámetro con neumáticos de aire de 16x2,5 pulgadas en ambos ejes que ayudan a digerir los baches, el tren delantero incorpora una horquilla telescópica monobrazo que no está dotada de suspensión. Por ésto y por lo masivo del bastidor se nota que el X2 City pesa y es recio, adoleciendo sobre los baches con reacciones son un tanto secas.
De hecho, circulando con el acelerador pisado, al pasar sobre ciertos baches no demasiado violentos la potencia se desconecta momentáneamente y nos quedamos a vela durante unos segundos hasta que se vuelve a conectar.
Sobre la batería de 408 Wh en un uso real hay que reconocer que cumple con lo prometido. A partir de bajar a la segunda marca de las cinco que tiene el indicador de batería, la entrega de potencia empieza a resentirse, limitando la energía que mueve la rueda trasera para maximizar la autonomía.
Aun así, el indicador de autonomía es bastante fiable, y si con una autonomía inicial de 26 km al 100% de batería finalmente conseguimos recorrer 25 km antes de que saltase la alerta por batería baja. Hay que apuntar que durante todo el uso prácticamente sólo utilizamos el máximo de entrega de potencia. Utilizando alguno de los otros cuatro niveles de potencia disponibles por debajo la autonomía podría aproximarse a los 35 km de autonomía que el fabricante promete como máximo.
Para realizar las recargas podemos optar por dos formas. Teniendo sitio disponible podemos enchufar directamente el X2 City a la red haciendo uso de un cargador específico conectado a la toma que hay colocada en uno de los alojamientos laterales del chasis. Esto no será viable para todo el mundo porque dentro de casa ocupa un espacio considerable.
La otra opción es sacar la batería, que se aloja bajo el piso en una ubicación protegida por llave, y dejarla cargando en cualquier rincón. Tanto en el caso del conector del cargador como en el de la batería al propio patinete los enganches son magnéticos, por lo que son aprueba de fallos y crean una conexión perfecta. El tiempo de recarga es de 2 horas y media en completar una carga hasta el 100%.
BMW X2 City: muy robusto, pero muy caro
En resumen, el X2 City en movimiento es un vehículo muy, muy estable, pero a la hora de entrar con él en edificios o utilizarlo como complemento al transporte público nos encontramos con un patinete que es más grande que una bicicleta plegable. Esto supone que a nivel práctico el BMW X2 City tenga una gran contrapartida sobre los patinetes eléctricos más pequeños como la propuesta lanzada por Hyundai.
Tampoco es un conjunto ligero que podamos plegar y acarrear con comodidad, primero por su tamaño (su longitud no varía plegado, pues sólo se pliega el manillar) y segundo por que su peso es de 20 kg, así que no se puede llevar así como así debajo del brazo. Habrá ocasiones en las que no sepamos muy bien qué hacer con él.
BMW ha querido ir a lo fácil con este patinete eléctrico. El X2 City está destinado para un perfil de cliente muy BMW, con un poder adquisitivo alto y que quiera este tipo de VMP como complemento puntual a sus desplazamientos en coche, teniendo sitio tanto en origen como en destino para dejarlo aparcado sin importar el espacio que ocupe.
Con un precio de 2.399 euros, el X2 City no es un patinete eléctrico barato precisamente, en BMW lo saben porque quieren captar a un cliente situado económicamente por encima de la media. Es más, ellos mismos se han dejado un escalón por debajo donde van a posicionar su segundo patinete eléctrico, en este caso uno de rueda pequeña.
BMW X2 City - Valoración
6.9
A favor
- Acabados de calidad
- Robustez
- Autonomía correcta
- Estabilidad en marcha
En contra
- Peso elevado
- Rigidez del chasis
- Tamaño XXL incluso plegado
- Precio demasiado elevado