Algunos de los vídeos que aparecen por la red son tan previsibles que casi antes de empezar a reproducirlos ya sabes que aquello no va a acabar bien. En el caso de hoy cuando lo vi por primera vez me pasé un buen rato sufriendo e imaginando cómo iba a acabar la tragedia.
Pero como no quiero estropearos el final no diré cómo se consuma, sólo puedo decir que el amigo de la moto tiene un poco menos suerte que Lolo cuando estampó una flamante Yamaha FJR 1300 contra el pantalán de un puerto. Los amigos de hoy puede que recuperen la moto porque parece que pesa un poco menos que la rutera japonesa. O quizá no.
Vía | Autoevolution