Hace unos días que llevo leyendo en los blog franceses que sigo que la ministra de medio ambiente Nathalie Kosciusko-Morizet está planeando una prohibición de esas que deja a todo el mundo boquiabierto. La citada señora se está planteando prohibir el acceso de motocicletas y scooter fabricados antes de 2004 a las ocho grandes ciudades del país vecino. Además la prohibición afectará a los coches fabricados antes de 1997 y los camiones fabricados antes de 2001. En total casi 10 millones de vehículos.
La excusa es que así rebajarán las emisiones contaminantes en esas ciudades. Muerto el perro se acabó la rabia. Para acabar de arreglarlo al que pillen conduciendo un vehículo prohibido dentro de una de esas ciudades le sancionarán con una multa de 68 euros. Aunque cada ciudad podrá reglamentar esas sanciones de acuerdo con su criterio particular.
Si mal no recuerdo la aportación de los vehículos a la contaminación de las grandes ciudades no es tan importante como nos quieren hacer creer. Lo que si que puede ser importante es la recaudación que estas medidas restrictivas pueden suponer para las arcas de cualquier ayuntamiento. Y me asalta la duda de si no voy a poder circular con un vehículo contaminante por mi ciudad ¿Me eximirán de pagar el impuesto de circulación? O aún mejor, si me desplazo a una de esas ciudades prohibidas ¿Que tengo que hacer con mi vehículo? ¿Me pondrán transportes públicos para acceder al centro de esa ciudad?
Las preguntas más o menos absurdas con respuestas más o menos absurdas podrían extenderse casi hasta el infinito. Solo se me ocurre que ojalá a estos políticos iluminados les entre algo de sentido común, se dejen de proponer leyes absurdas y se pongan manos a la obra para sacarnos de la situación económica que nos azota.
Vía | Bikes in the fast lane
Foto vía | Listen your wild side