La personalización de las motos, es parte del ADN de Harley-Davidson. Por ello la marca americana ofrece un completísimo catálogo de accesorios que permiten a sus clientes modificar hasta el más mínimo detalle de su moto. Creo que pocos compradores de Harley-Davidson se alegran de encontrarse una moto igual aparcada en la acera.
Pero el catálogo de accesorios originales no es suficiente para algunos y por eso Harley-Davidson tiene el programa "Color Shop", que consiste en series limitadas de pinturas para algunas piezas. Todo comienza con la pieza de chapa metálica que llega virgen al concesionario.
Sobre esta pieza se hacen imprimaciones, se pinta y se reviste para conseguir un resultado que poco o nada tiene que envidiar al de fábrica. Para proteger su carácter exclusivo, el equipo de Color Shop sólo incorpora nuevos diseños dos veces al año y envía un número muy limitado de juegos a sus concesionarios oficiales de todo el mundo, para que nadie pueda encontrarse el diseño que había elegido en otra Harley.
El "Color Shop" de Harley-Davidson se compone, en líneas generales, de seis colecciones de pintura personalizada, aunque cada una de ellas presenta diferentes combinaciones de dibujo y opciones de color de pintura: Colección Exotic, Colección Radical, Colección Custom Grind, juegos de pinturas Surge y Edge Flame, y Color Shop Personal Accents para el depósito de combustible y carrocería.
Cada juego incluye una documentación para el propietario, con un número identificativo, en una cartera con tapa de cuero y un póster enmarcado y numerado. Además tienen garantía de dos años, así que la idea es realmente atractiva para los amantes de la personalización.
Podemos decir del "Color Shop" de Harley-Davidson que es una versión americana del Monster Art de Ducati
Vía | Harley-Davidson