Probamos el Sym Cruisym 125: Comodidad y buen comportamiento sin carnet por menos de 4.000 euros
Después de haber probado el Sym Jet14 125 LC, ahora nos vamos con algo mas elaborado dentro de la familia de scooter de 125 cc para el carnet B con 3 años de experiencia dentro de la firma asiática. En este caso hemos probado el Sym Cruisym 125, un modelo nuevo con buenos argumentos para reñirse con los superventas.
Poniendo su objetivo sobre el Kymco Grand Dink 125 y su trayectoria de exitazo, el Cruisym 125 intenta ganar terreno en busca de acaparar una parte de ese jugoso pastel de los scooter ciudadanos convalidados. Ahora bien, no es un scooter barato: está en la media con un equipamiento razonable y un comportamiento realmente agradable.
Sym Cruisym 125: Confort total para un scooter muy completo
Por fuera se notan los genes. El nuevo Sym Cruisym 125 es una evolución del anterior Joymax de 2012; una evolución radical pero una evolución al fin y al cabo. Por el camino ha prescindido de parte de su apariencia de GT para abrazar un concepto algo más sport, aunque sin renunciar a todas las comodidades.
Las formas de los faros, la carrocería en general, el asiento y las asas nos recuerdan a su antecesor, aunque con una puesta al día considerable que convierte al Cruisym en un scooter mucho más actual.
Destaca la iluminación LED y halógena, las formas elaboradas de la carrocería combinando varios colores y materiales y una línea general más agresiva. Algunos plásticos intentan simular textura o imitación a fibra de carbono en, quizá, un exceso de elaboración que pueda llegar a quedar algo impostado o con elementos añadidos como el pequeño pico de pato bajo los faros delanteros.
Delante nuestro nos encontramos con un cuadro de mandos de configuración mixta que aúna en un mismo plano una doble esfera analógica con la velocidad a la izquierda y las revoluciones a la derecha. Entre ellas se ubica una pequeña pantalla LCD con el nivel de combustible, temperatura del motor, reloj horario y los parciales.
Su aspecto pese a no alcanzar el nivel de los acabados top de otras marcas es bastante agradable, con cada uno de los elementos repartido en estructuras pentagonales que quedan bastante bien integradas. Por pedir, nos hubieran gustado unos relojes analógicos con una estética algo más cuidada.
A la hora de ponernos a los mandos del Sym Cruisym notamos un scooter de acceso bastante sencillo gracias a una altura del asiento reducida a sólo 750 mm, perfecta para personas bajitas como yo. En cambio el túnel central es bastante alto y puede que la operación de subir o bajar sea algo compleja para algunos usuarios.
El Sym Cruisym 125 pone a disposición del conductor algunos elementos para cuidar a quien le elija como compañero en el día a día, como un parabrisas de altura ajustable (aunque con herramienta), una amplia guantera en el lado derecho con toma USB y 12v y un cofre bajo el asiento donde poder dejar dos cascos integrales.
La apertura tanto del asiento como del depósito se puede hacer de manera remota desde la cerradura de contacto, y en el cofre encontramos un espacio bastante generoso para dos cascos integrales. Ahora bien, no todos los integrales entrarán bien; si son un poco voluminosos pueden obligar a apretar el asiento más de la cuenta, pudiendo arañar el casco o dañar alguna ventilación.
El asiento es realmente confortable, con mucho espacio mullido para acomodarnos con las piernas bastante estiradas. Las manos caen de forma natural sobre el ancho manillar y la espalda queda bien erguida, con una doble altura del asiento que hace las veces de tope lumbar para el conductor. El pasajero cuenta con dos grandes asas laterales y estriberas recubiertas de goma.
Comportamiento dócil y refinado
El propulsor es un monocilíndrico de cuatro tiempos con una capacidad de 124,5 centímetros cúbicos. Su apartado termodinámico se ha replanteado por completo con respecto al de la anterior Joymax 125, incluyendo un nuevo tratamiento cerámico para ofrecer un menor desgaste, mayor fiabilidad y menos consumo manteniendo una buena cifra de potencia de 14,3 CV.
Su comportamiento es agradable, bastante agradable de hecho. El motor reacciona con alegría a las reclamaciones del puño derecho sin eternizarse como ocurre en otros scooter de este perfil. Si bien su entrega de potencia no es descomunal, sí que cumple con su función como medio de transporte solvente y de consumo ajustado para desplazarse en el día a día.
Circulando por carretera es capaz de mantener velocidades de crucero razonables, con una punta que puede superar los 110 km/h y que recupera bien en carrera lanzada en torno a los 80 km/h. Ahora bien, a la hora de acometer adelantamientos habrá que tenerlo todo bien atado para aprovechar la recuperación del motor, porque cerca de los 100 km/h ya le cuesta ganar velocidad.
En el apartado de frenos nos encontramos con un doble disco repartido entre ambos ejes, con 260 mm en el eje delantero y 240 mm en el eje trasero. En este caso están asistidos por un sistema antibloqueo ABS firmado por Bosch en lugar de la frenada combinada obligatoria para las motos de hasta 125 cc, lo que es un plus.
El funcionamiento de los frenos es correcto, aunque no brilla especialmente en ninguno de los trenes. Su comportamiento es correcto, con un mordiente progresivo, quizá demasiado poco agresivo en algún momento de apurada y con un ABS que peca de conservador, liberando presión antes de la cuenta especialmente sobre el disco trasero.
Por su parte las suspensiones cumplen perfectamente con el cometido de un scooter ciudadano, con un tarado bastante confortable pero que mantiene todas las reacciones del Cruisym a raya incluso cuando salimos a carreteras más rápidas. El doble amortiguador trasero resulta un poco seco en asfalto rizado o sobre badenes.
En líneas generales, el Sym Cruisym 125 destaca por unos acabados correctos, un comportamiento solvente y un confort de marcha a la altura de los mejores de la categoría a cambio de un coste de adquisición en la media de su competencia.
El precio del Sym Cruisym es de 3.999 euros, un precio bastante competitivo que incluye seguro con robo, incendio y asistencia en carretera y cinco años de garantía.
Poniéndolo en perspectiva con sus posibles rivales, el que posiblemente se encuentre más próximo al Cruisym sea el Kymco Grand Dink 125i, que es 300 euros más barato (3.699 euros) y el Suzuki Burgman 125 (3.799 euros en promoción). A cambio el Sym tiene más espacio de carga y un motor con algo menos de vibraciones, pero un paso por detrás en lo referente a acabado general.
Por encima ya pasaríamos a otras opciones como el Yamaha X-Max 125 y Honda Forza 125, ambos por un precio de 4.799 euros antes del desembarco del nuevo Forza a lo largo del verano de 2018.
SYM Cruisym 125 2018 - Valoración
6.7
A favor
- Motor aprovechable
- Ausencia de vibraciones
- Comodidad
- Protección aerodinámica
En contra
- Hueco bajo el asiento
- Acabados algo justos
- Suspensión trasera seca
- ABS intrusivo
SYM Cruisym 2018 - Ficha técnica
Motor | ||
---|---|---|
Tipo | Monocilíndrico de cuatro tiempos, cuatro válvulas, SOHC | |
Cilindrada | 124,4 cc | |
Diámetro x carrera | 75 x 63 mm | |
Potencia máxima | 14,3 CV | |
Embrague | Centrífugo automático con variador continuo | |
Chasis | ||
Tipo | Tubular de acero | |
Suspensión delantera | Horquilla telescópica | |
Suspensión trasera | Doble amortiguador hidráulico con ajuste de precarga | |
Rueda delantera | 120/70-14" | |
Rueda trasera | 140/60-13" | |
Freno delantero | Disco de 260 mm con ABS | |
Freno trasero | Disco de 240 mm con ABS | |
Dimensiones y pesos | ||
Longitud | 2.170 mm | |
Anchura | 760 mm | |
Altura | 1.420 mm | |
Peso | 168 kg | |
Depósito | 12 litros |
Los gastos para acudir a la presentación de la SYM Cruisym 125 han sido asumidos por SYM. Para más información, consulte nuestra política de relaciones con empresas. El equipamiento utilizado durante la prueba ha sido: Casco Icon Airflite, botas Alpinestars Faster-2 Vented, guantes Seventy Degrees SD-N32, chaqueta Seventy Degrees SD-N32, pantalones Knox Richmond y camiseta interior térmica Knox Jacob Sport.