Test MotoGP 2023: el gobierno de Ducati, la oposición de Aprilia y los lobos solitarios Marc Márquez y Fabio Quartararo
Terminó la pretemporada de MotoGP 2023. La próxima vez que las motos comiencen a rugir será ya en los entrenamientos libres del Gran Premio de Portugal, y directamente con el objetivo de competir por clasificarse bien en la maratón que serán a partir de ahora los fines de semana de Gran Premios.
Pero antes de empezar a competir, es el momento de sacar conclusiones sobre lo que hemos visto en Portimao. Porque parece que ha quedado establecido un orden bastante claro de dónde está cada moto. Y sí, los italianos siguen llevando la voz cantante en MotoGP, pero no lo tienen todo hecho. Así está cada marca tras los test de Sepang y Portimao.
Ducati lo tiene todo controlado y ensayado
Nadie en su sano juicio se atrevería a colocar a otra marca que no sea Ducati en la primera posición de la pretemporada. No solo porque los de Borgo Panigale hayan liderado los cinco días de test, sino porque además lo han probado absolutamente todo. Tienen infinitamente más información que el resto.
Tener ocho motos en pista da muchas ventajas. Una de ellas es que Ducati ya ha podido ensayar las sprint race de los sábados de todas las maneras posibles. Tirando desde el principio, conservando, con gomas blanda, media y dura. También han hecho ensayos de carrera larga. Todo lo que no sea una victoria de Ducati en Portimao sería un milagro.
El rendimiento de Ducati fue especialmente impactante el domingo a mediodía, cuando se hizo el ensayo de clasificación. Pecco Bagnaia vuela a una vuelta, marcando registros inalcanzables para sus compañeros de marca, pero es que las siete Ducati en pista, Fabio Di Giannantonio estaba lesionado, estuvieron en el top ocho. Imparables.
La nueva Ducati Desmosedici GP23 ha nacido bien, al contrario de lo que pasó con sus dos predecesoras, que comenzaron el año con problemas y luego se fueron imponiendo a medida que avanzaba la temporada. Si la GP23 tiene la misma capacidad de progreso que las anteriores, las cotas que pueda alcanzar asustan.
Mirando los ritmos de carrera Bagnaia también es el más fuerte, aunque ahí ha tenido bastante cerca a alguna otra Ducati como la de Jorge Martín. Por cierto, la sorpresa de la pretemporada es Álex Márquez, que sin adaptación ni gaitas ya está en las primeras posiciones, y eso que lleva la Ducati de 2022. Caerá más de un podio.
And this, ladies and gentlemen, is how pre-season ends! 🏁@PeccoBagnaia absolutely shattered the all-time lap record in the late afternoon, but it's looking pretty tight overall with 17 riders within one second! 🔥🔥🔥#PortimaoTest pic.twitter.com/bKNjnyn9eE
— MotoGP™🏁 (@MotoGP) March 12, 2023
Da igual la GP23 o la GP22. Ducati es inmensamente favorita para ganar este mundial y solo un lío morrocotudo a nivel interno y una temporada casi perfecta de un piloto ajeno se lo podría quitar. Ojo a Bagnaia, porque podemos estar ante una temporada en la que consiga cifras históricas si aguanta todo el año tan bien como en los test.
Aprilia es la líder de la oposición a Ducati, pero tiene sus dudas
Si Ducati es claramente la mejor moto, la Aprilia es la segunda. De hecho, los de Noale parecen los únicos capaces de mirar a la cara a sus compatriotas, pero están claramente por detrás. Se pudo ver en el ensayo de clasificación del domingo, cuando tanto Aleix Espargaró como Maverick Viñales quedaron fuera del top diez.
Sí, Aprilia ganará este año más de una carrera con casi total seguridad. Pero ponerlos como aspirantes serios al título es demasiado aventurado. Primero, porque como hemos visto todavía no lo tienen todo por la mano a la hora de buscar la vuelta rápida, y la clasificación se antoja esencial en esta temporada.
Mientras que la sensación de Ducati es que van bien en todos los circuitos, en todas las sesiones, con todos los neumáticos y con todos sus pilotos, en Aprilia todavía no están en ese punto. Maverick Viñales ha sido el piloto más sólido de la pretemporada para los de Noale, pero se quedó con un regusto agridulce el último día.
En cuanto a Espargaró, ha tenido que pasar por el quirófano tras una inesperada lesión de pretemporada, así que empezará el año mermado. Además, parece que ya ha sido superado en velocidad por Viñales. Había más optimismo en Aprilia tras los test de Sepang que después de los de Portimao.
Los que sí están muy contentos son los pilotos del equipo satélite. Tanto Raúl Fernández como Miguel Oliveira ven en su salto a Aprilia una oportunidad de subirse al podio de vez en cuando, y quién sabe si algo más. Desde luego, ambos mirarán con alivio el lío del que se han librado en KTM, de los que ya hablaremos.
Hemos visto a Fernández y a Oliveira aparecer con relativa frecuencia en las posiciones delanteras, y esos que los dos aún se están acostumbrando a una moto nueva para ellos. El proyecto de Aprilia sigue progresando, pero aún parece demasiado pronto para discutirle un mundial de MotoGP a la actual Ducati.
Yamaha y un lobo solitario llamado Fabio Quartararo
En Yamaha cundía el optimismo tras los test de Portimao, pero es demasiado pronto para hacer aquello que decía el señor Lobo en Pulp Fiction. Básicamente porque ya sabemos cómo funciona Yamaha. La mejora en Portimao respecto a Sepang fue sideral, pero tiene mucha menos ciencia de la que se pretende vender.
Básicamente, Yamaha desechó toda la nueva aerodinámica que probaron en Malasia, mantuvieron en motor 2023 más potente y recuperaron el paquete aerodinámico de la temporada pasada. Et voilà: Quartararo acabó los test en la tercera posición, y tuvo un ritmo de carrera realmente cercano al de Bagnaia.
Pero hay un pero. Portimao es uno de esos circuitos que se le dan muy bien a Quartararo, que a su vez es un piloto especial. Si el rendimiento de una moto lo marca su segundo piloto, basta con encontrar a Franco Morbidelli en la decimonovena posición para sentenciar que Yamaha está básicamente en el mismo punto en el que acabó el 2022.
Es decir, un genio como Fabio Quartararo se las apañará para pescar un buen número de podios y ganar alguna carrera. Habrá circuitos concretos que se adapten muy bien a la M1 y parecerá que resurgen, pero en otros se hundirán con estrépito. Lo que parece claro es que Yamaha no está para ganar el mundial, salvo milagro.
Marc Márquez será el lobo no tan solitario de Honda
Honda está mal. No pillará a nadie por sorpresa descubrir que los del ala dorada siguen metidos en el mismo agujero que acabaron 2022. Ken Kawauchi se está tomando su tiempo para poner en orden a Honda, y no parece que la RC213V vaya a ser rival de la imparable Ducati Desmosedici GP23.
And that’s the MotoGP pre-season done for 2023. pic.twitter.com/wG2IxnCD8P
— Repsol Honda Team (@HRC_MotoGP) March 12, 2023
Pero que tampoco cunda el pánico. Una cosa es que Marc Márquez vaya a tener pocas opciones, casi nulas, de ganar el mundial y otra es que vaya a estar en la zona media baja de la parrilla, como aseguran los más agoreros. Hay detalles en la pretemporada para confiar en que Márquez podrá luchar en las posiciones de cabeza.
En ningún momento de los test hemos visto a Márquez apurar para hacer una vuelta rápida, y lo demuestra que sus tiempos han sido similares, e incluso peores, que los de Álex Rins o Joan Mir, dos recién llegados que encima están cambiando una cuatro en línea como la de Suzuki por una V4 delicadita como es la Honda.
Su ritmo de carrera parece que es demasiado lento como para soñar con ganar el mundial, pero a buen seguro tendremos a Márquez en la pelea por los podios del domingo. Y no hay que conocer mucho a Márquez para saber que los sprint del sábado van a ser su territorio. Además, cuando lleguen sus circuitos, como Austin, seguirá teniendo la última palabra.
No, Márquez no va a ganar el mundial salvo milagro. La Honda estaba demasiado por detrás de la Ducati como para conseguirlo. Pero le veremos en la pelea. Su ritmo en Portimao ya le colocó en el top diez, y lo mejor es que no fue el único que estuvo ahí: también Álex Rins ha empezado con muy buen pie sobre la Honda.
De momento, Rins está un poquito mejor que Mir, aunque sin ser el campeón de 2020 ningún desastre. Los dos recién llegados de Suzuki lo están haciendo bastante bien, aspirantes a estar en el top diez. El desastre de Honda queda reservado para un Takaaki Nakagami que está físicamente destrozado, y veremos si acaba la temporada. Va muy lento.
KTM es el farolillo rojo de MotoGP
Lo que está claro es que la peor moto es la KTM. Es cierto que los austriacos son especialistas en guardarse algo en pretemporada y sacarlo a la hora de la verdad, como ya hicieron en 2022, pero aún así parecieron muy perdidos en los test. Solo Brad Binder aporta algo de esperanzas a la armada naranja para Portimao.
Binder al menos se las apañó para sacarse una vuelta rápida buena, noveno, pero su ritmo de carrera fue muy flojo. Y, aún así, fue de largo el mejor de KTM. Jack Miller se encuentra completamente perdido, casi traumatizado por pasar de una Ducati a una KTM. Su adaptación es inexistente, y su ritmo de carrera casi le priva de cualquier opción de puntuar.
El estreno de GasGas en MotoGP tampoco parece que vaya a ser demasiado brillante. Que sufra Augusto Fernández, el único novato que habrá este año en el mundial, entra dentro de lo entendible. Pero que Pol Espargaró, un piloto que conoce perfectamente la KTM, haya tenido una pretemporada tan dura es sintomático.
El año pasado KTM tocó techo con el subcampeonato en el mundial de equipos de MotoGP, pero esta temporada mucho tienen que mejorar para evitar ser los porras. Es cierto que no están mucho peor que Yamaha u Honda, pero su lobo solitario, Binder, no ofrece tantas garantías como los de las japonesas.