El Ayuntamiento de Madrid continúa con su guerra a las bicicletas, motos y patinetes compartidos que se aparcan de forma ilegal en las calles de la ciudad. La nueva iniciativa que se pondrá en marcha en 2021 permitirá que los controladores SER propongan sanciones de hasta 200 euros para los que no cumplan con la norma.
Hasta ahora la función es exclusiva de los agente de Movilidad pero la capital quiere aumentar la efectividad y reducir todo lo posible esta práctica, que en 2019 dio lugar a más de 10.000 multas relacionadas con el aparcamiento incorrecto de motos, muchas de ellas pertenecientes a estos servicios de tipo 'sharing'.
Los controladores de las áreas de pago podrán sancionar con hasta 200 euros
El Área de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid habilitará a los controladores de las zonas de pago SER para que propongan multas a los patinetes, bicicletas y motos eléctricas de empresas de alquiler por minutos.
Dicha función se pondrá en marcha a partir de enero de 2021 y hasta entonces serán los agentes de Movilidad los que sigan proponiendo este tipo de sanciones, cuyo objetivo es castigar a quienes aparcan dichos vehículos en zonas no permitidas.
Liberar las aceras es uno de los principales motivos de la iniciativa, ya que aunque la ordenanza municipal permite que estos vehículos la ocupen, hay que respetar ciertas normas, como, en el caso de las motos, dejarlas estacionadas de forma paralela al bordillo si la acera tiene más de tres metros pero menos de seis de ancho y siempre a al menos dos metros de distancia de los pavimentos tacto-visuales del suelo.
Calle Bravo Murillo con Azucenas. Motocicletas obstaculizando el acceso a parada de bus... Bravo, @AccionaMoto @EMTmadrid @policiademadrid pic.twitter.com/MAjX1tRygE
— Rock&Roll!!! (@EnmiBus) October 7, 2020
Con todo esto se pretende facilitar el tránsito de los peatones, especialmente el de aquellos con movilidad reducida o problemas de visión, un colectivo muy afectado por esta práctica, motivo por el que se multó a más de 10.500 motos durante 2019, que en caso de las bicicletas y los patinetes fueron más de 500. Como podemos ver en la imagen anterior, algunos ciudadanos hacen uso de las redes sociales para informar a las empresas sobre la presencia de estos vehículos mal estacionados.
Las sanciones de tipo leve irán desde los 30 euros por infracciones en general relacionadas con el aparcamiento y subirán hasta los 60 euros por hacerlo en zonas de carga y descarga, en aquellas reservadas al transporte público o a las personas con movilidad reducida y cuando se ancle la moto a una elemento que forme parte del mobiliario urbano y que no esté destinado a dicha finalidad. La multas de tipo grave se castigarán con 200 euros de multa y será impondrán cuando alguno de estos vehículos obstaculice el paso de los viandantes.
Por su parte, el Consistorio ha prometido que instalará 426 nuevos puntos de anclaje para bicicletas, que se sumarán a los 1.147 ya existentes, mientras que las plazas reservadas para motos se espera que pasen desde las 11.000 que hay hasta aproximadamente 25.000, éstas últimas antes de que finalice el año 2023.
A recordar, que el usuario es el que tiene que asumir estas sanciones, a lo que hay que añadir el recargo de 25 euros que cobran estas empresas en concepto de gastos de gestión para identificar al conductor responsable.
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