
Hay combinaciones, en la vida, en general, que no pegan demasiado bien. El melón con vino, o la leche y el limón. Tampoco pegan demasiado bien una Tesla Cybertruck y una Ducati Desmosedici RR. Son dos vehículos muy raros de ver; especialmente el segundo.
Pues un nortamericano ha protagonizado una curiosa escena: se ha pasado con su Tesl Cybertruck de 800 CV a recoger a su nueva Desmosedici RR, que es prácticamente como una MotoGP. Y la imagen es tan épica como curiosa.
857 de camioneta eléctrica versus casi 200 de moto de MotoGP
La Ducati Desmosedici RR es una moto por la que no pasa el tiempo. Ahí donde la ves, data de 2008. Pero se ve como si fuese una superbike moderna. Cosas de Borgo Panigale. Solo existen 1.500 en todo el mundo, y es lo más parecido a una MotoGP, literalmente. Es una de las motos más buscadas por los coleccionistas.
Casualidades de la vida, Iconic Motorbikes subastaba una hace poco. Un comprador la pagó a tocateja en una subasta por 53.100 dólares, que al cambio son 50.888 euros. Pero casi que lo más surrealista no fue el hecho de comprarla, sino el cómo la recogió.
Este comprador californiano le preguntó al subastador si le importaba que pasara por allí a recogerla él mismo con su Cybertruck de 857 CV. Cargada en la parte trasera, la escena es poco más que surrealista; contraria; dantesca. No pegan ni con cola.
Tesla, que no quiere contaminar gases. Y la Desmosedici RR, una bestia V4 de 989 cc y 200 CV con un escape que suena a las mil maravillas y una ECU de competición. Por supuesto, que viene hasta arriba de chucherías como suspensiones firmadas por Öhlins y frenada Brembo. Hasta el panel es sacado de la Desmosedici GP7 de MotoGP.
"Es un espectáculo que no olvidaremos. El comprador nos comentó que esta es la versión 'bestia' del Cybertruck, con 800 caballos. Ahora tiene también la 'bestia' de Ducati, la Desmosedici D16RR. Una combinación curiosa, pero perfecta", escribía la propia casa de apuestas en un post de Instagram que ha recogido Todocircuito.
La curiosa mezcla ha acabado con muchos criticones por eso de 'lo viejo y lo moderno'. Pero es una buena muestra de que el mundo eléctrico y el de la gasolina aún pueden convivir. Al menos en Estados Unidos.