No somos de los que compramos piezas y las montamos; somos de los que las sueñan y las traen al mundo
Con una frase así de contundente define Marc Planas, diseñador y alma creativa de Rocket Supreme el trabajo que llevan a cabo en su taller de Barcelona. Porque todas y cada una de las piezas que utilizan para sus transformaciones está fabricada en fibra de carbono. En sus trabajos diseñan y construyen artesanalmente toda la carrocería de la moto, desde el depósito hasta los filtros de aire pasando por las tapas laterales, el colín o los guardabarros. Así sus trabajos son capaces de pesar hasta un 38% menos que si hiciesen las mismas piezas en metal.
Y cuando llegan a partes que no pueden sustituir como son las mecánicas, recurren a fabricantes como Rizoma, que con sus líneas de accesorios realizados en aluminio les permite seguir rebajando el peso final de sus transformaciones. La que nos han enviado hoy se llama Little Joe II P1, y según sus propias palabras es la niña de sus ojos.
El trabajo se desarrolló durante ocho meses sobre una Honda para transformarla en una perfecta Cafe Racer. Este tiempo, que puede parecer largo, fue necesario porque todas las piezas y transformaciones utilizadas se hicieron con la idea de cumplir con la homologación de la ITV española. Su procedimiento de trabajo parte de unos dibujos que acaban transformados en imágenes digitales. Ya hemos dicho que el peso final de la transformación está muy por debajo del de la moto original, nada menos que 55 kg menos.
En la actualidad en Rocket Supreme están trabajando en otro proyecto secreto que utiliza una BMW como base y también reconocen que están en conversaciones con una marca que fabrica motos eléctricas para transformar una. Parece que al taller barcelonés, a pesar de llevar sólo dos años funcionando bajo la marca de Rocket Supreme, las cosas le van muy bien. Y si su trabajo es capaz de cumplir con la ITV, me parece que van a tener más clientes de los que pudieran imaginar cuando empezaron.
Más información | Rocket Supreme, Rizoma