La Honda Shadow es uno de esos modelos que nos vienen acompañando desde hace muchos, muchísimos años. Y esto no puede explicarse de otra manera más que reconociendo que es una moto que gusta y la marca ha sabido mantener en el mercado con unos pocos retoques en su línea y su mecánica desde que apareciera allá por 1983 la primera Honda Shadow 500. Pero, mientras en Honda se conforman con hacer unos pequeños retoques para mantener actualizado el modelo, hay otros fabricantes de accesorios, como Cobra Engineering, que se lian la manta a la cabeza y son capaces de hacer casi cualquier cosa con una moto.
Lo mejor es que de estos cinco bocetos que se han publicado, dos de ellos, llegarán a fabricarse en serie. Solo espero que no pase como con la Honda CB 1100 Mugen que no saldrá de Japón y lleguen a nuestro mercado. O si no, que los precios de las piezas necesarias para la transformación no sean astronómicos para poder convencer a alguien de que se meta en este jaleo.
Vamos a ver más o menos de que van estos bocetos a ver cual nos gustaría más para nuestra Honda Shadow.
- Scrambler: Esta versión recrea las Honda CL75 y CL77 un par de motos Scrambler de los sesenta. Encontramos un chasis en rojo y protectores de goma en el depósito. Los escapes altos y sus protectores son la clave de este diseño.
- Café Racer: Asiento para uno, manillar rebajado, estribos altos y una trasera recortada definen una Café Racer, a lo que hay que sumarle un escape tipo megáfono para acabar de cumplir los requisitos de este estilo de motos.
- Street Fighter: Eliminamos lo superfluo, dejamos un pequeño faro, y montamos escapes "de competi" y conseguimos una moto con mucha personalidad. Si llega a cumplir los cánones de Street Fighter ya es otra cuestión.
- Dirt Tracker: Basada en las Harley Davidson fabricadas por Ray Plumb y Skip Elkins para que pilotos como Ricky Graham y Bubba Shobert disputaran carreras de Dirt Track en los años ochenta. Creo que no necesita mucha más presentación.
- Bobber: Recupera el espíritu de los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial en la que los soldados licenciados querían volver a sentir la adrenalina, pero sobre motos recuperadas del servicio militar. La imagen intenta repetir los parámetros de esa tendencia, con asiento para uno, guarda barros delantero muy recortado y una pintura monocroma oscura.
¿A ti cual te gusta más?
Vía | Hell for leather