Esta semana en Moto22 os ofreceremos en cuatro partes la prueba de una de las scooter de rueda alta más atractivas del mercado, la Yamaha X-City 125. Esta moto se posiciona como una de las rivales más serias para competir contra la nueva Suzuki Sixteen o la Honda Scoopy 125 que tantos años ostentó el título de moto más vendida en España.
Estéticamente la X-City 125 sigue el estilo inconfundible de los scooter de la marca de los diapasones. Su línea mezcla a la perfección deportividad y elegancia, unos valores complicados de encontrar en los scooter de hoy en día que suelen llamar la atención por el empleo de formas vanguardistas. La X-City tiene un frontal robusto y abombado marcado por una doble óptica de forma arriñonada. Las tulipas de los faros delanteros se ven de color azul cuando éstos están apagados, pero cuando accionamos las luces, éstas iluminan en el color blanco que exige el código de circulación. En la parte alta del frontal y situado sobre el manillar, un pequeño cristal nos protege del viento, desviando este hacia arriba.
Detrás del cristal se sitúa un sencillo cuadro de mandos formado por tres relojes, uno principal en el centro y dos más pequeños en los laterales que nos indican la temperatura del motor y el nivel de gasolina. En el reloj principal una aguja de gran tamaño muestra la velocidad y llama la atención en el caso de la 125 que llegue a marcar 160 kilómetros por hora, una velocidad que por muy potente que sea su motor no hemos llegado a alcanzar ni de lejos. Debajo del reloj principal una pequeña pantalla digital nos da información de la temperatura exterior, dos cuentakilómetros parciales, uno total y un reloj conforman el completo equipamiento de indicadores.
Tras del escudo frontal y más abajo del manillar encontramos una práctica guantera con llave de pequeñas dimensiones, perfecta para dejar el teléfono móvil, la cartera o incluso los guantes. Además el clásico gancho de plástico nos facilitará el transporte de pequeñas bolsas, aunque el túnel central impide que éstas puedan llevarse completamente desplegadas. Este tunel central alberga en su interior el depósito de combustible, cuya boca de llenado se sitúa entre las piernas del conductor. Su capacidad es de 10,5 litros un tamaño que permite recorrer muchos kilómetros sin tener que parar a repostar.
El asiento está dividido en dos partes, quedando la posición del acompañante bastante más elevada que la del piloto, que dispone de un espacio amplio y confortable asiento y de un pequeño respaldo que separa ambos espacios. Además el mullido tiene el punto perfecto entre dureza y confort, y el material que lo cubre no permite incómodos eslizamientos. Un detalle que demuestra la calidad con la que está elaborada la X-City 125 son las costuras del asiento, que son de color rojo cuando éste va forrado en tela negra o blancas cuando se elige el marrón crema (solo disponible para la versión con motor de 250 centímetros cúbicos).
Continuará...