Otra bestia en nombre de la Suzuki Hayabusa acaba de nacer. Por experiencia, sabemos que el motor de la deportiva japonesa es muy propenso por cuestiones técnicas a servir para todo tipo de preparaciones. Sirve para propulsar desde carritos de golf hasta uno de los coches más pintorescos del mundo, el Smart.
Sí, alguien con mucho tiempo le ha metido el motor de una Suzuki Hayabusa a un Smart. Y lejos de rendir los 300 CV de serie, sube la apuesta hasta los 400. Es tan divertido que cada vez que cambia de marcha,
Tiene hasta un paracaídas para las frenadas
El Smart es el típico coche urbanita. Pequeño, recogido, sin mucha potencia... Nunca, o muy pocas veces, podríamos imaginar que alguien lo convertiría en una auténtica máquina que rompe cuellos. De hecho, tiene hasta nombre: el 'Milkjug 2.0'.
La primera versión (1.0) de este aparato tuvo 300 CV, lo que ya supone una auténtica barrabasada para un pequeño chasis como este. Luego aumentaron la preparación, incluido una mejora del chasis original, para poder subir la potencia y que aguantase los 400 CV de potencia.
La gran pregunta es: ¿por qué todo el mundo utiliza el motor de la Hayabusa para estas preparaciones? Básicametne porque son razonablemente abundantes, tienen una cantidad ingente de piezas y repuestos de segunda mano y porque pocos hay que ganen en relación potencia-peso.