Al ser humano puede llegar a gustarle lo más simple: por ejemplo, enfrentar una moto a dos de los coches más rápidos del mundo en línea recta. Verlo está lleno de emoción, pero conocer los pormenores de cuánto valen y qué potencia desarrollan lo hace más picante todavía.
La Yamaha R1M es la moto más radical del catálogo de la fábrica de Iwata. Pues se enfrenta a dos pesos pesados: un Porsche Taycan Turbo GT (de 1.019 CV) y un Ferrari SF90 híbrido (986 CV). ¿Podrá con sus 200 CV la moto? Puede.
La Yamaha R1M cuesta más de 30.000 euros
Cuando hablamos de las motos deportivas o superbikes más bestias, ahí entra directamente la Yamaha R1. Y lo explica rápidamente un dato: tiene una relación peso/potencia de 200 CV para 202 kilos. Hablamos de una moto de más de 30.000 euros, una de las más caras del mercado, y también sofisticadas desarrolladas a partir de la M1 de MotoGP.
Luego está el Porsche Taycan Turbo GT: una mala bestia capaz de hacerse un 0 a 100 km/h en solo 2.2 segundos. Totalmente eléctrico, produce la friolera de 1.019 CV de potencia (en su versión más tope de gama).
Luego está el Ferrari SF90, un híbrido que tiene lo mejor de los dos mundos. El motor principal es un V8 de 4 litros con doble turbo y tres motores eléctricos: 1.000 CV y 800 Nm de par motor para salir como un tiro de escopeta en la carrera.
Así que la carrera va a estar reñida. Poderío eléctrico contra gasolina pura y dura. Y atención, ahí va un spoiler: el Porsche Taycan Turbo GT es imbatible en cualquier tipo de distancia contra la moto y el coche.
El Porsche Taycan no dejó dudas sobre su dominio en las carreras de aceleración, llevándose la victoria en cada una de las cinco mangas de la 'drag race'. En la primera, cruzó la meta primero, dejando al Ferrari SF90 en segundo y a la Yamaha YZF-R1M en un modesto tercer puesto. Aunque el Ferrari intentó recuperar terreno en la segunda carrera, el orden no cambió, a pesar de un inicio prometedor por parte del superdeportivo italiano.
El drama llegó en la tercera manga, cuando el Ferrari tuvo un arranque problemático (o falta de pericia, todo sea dicho), lo que permitió que la Yamaha lograra colarse en la segunda posición. Aun así, el Porsche mantuvo su hegemonía con tiempos impresionantes, cerrando la jornada con un registro de 9,9 segundos en el cuarto de milla.
Los resultados consolidaron al Taycan como un referente en las carreras de aceleración eléctricas. En este caso, hay que admitir que las motos han perdido. Y por mucho, además.