No es que llegue el verano; es que estamos plenamente metido en él. El calor ya aprieta, y dan ganas de salir en moto, pero una vez encima, entre el casco, chaqueta, guantes, botas y el resto del equipaje, es lo más cerca que está uno de morir de calor.
Los japoneses han tenido bien a cuenta este problemón, y han tenido una magnífica idea que casi no ocupa espacio y les permite ir en moto con un agradable toque fresco. Y por eso viven en el 2050 con sus continuos y útiles inventos.
Y encima cuesta menos de 100 euros... Pero solo en Japón
Hace un año salió al mercado el otro invento japonés que lo petó: un turboventilador para ir encima de la moto como un señor. Pues ahora han tenido otra supina idea: se llama Liquid Wind y lo raro es que con lo simple que es, no se le haya ocurrido nunca antes a nadie.
Pertenece a una famosa marca de ropa de moto, RS Taichi, el equivalente a Alpinestars o Dainese en nuestras tierras. El caso es que también lo apodan "radiador portátil", pero a la inversa, por dar frío y no calor. Consiste en una botella de agua con agua refrescante que a través de un tubo se conecta a un chaleco que lo moja y enfría constantemente con la ayuda del viento.
El principio es muy conocido, y lo entendemos con una analogía: cuando vas en moto, llueve y te calas hasta los calcetines, la prenda mojada al entrar en contacto con el viento te enfría todavía más porque está húmeda. Pues eso provoca este invento, y nunca se pasa calor en marcha, supuestamente.
El chaleco es transpirable, y se lleva debajo de la chaqueta. No pesa ni se siente. A través de un tubo, se conecta a una botella o cantimplora que cuelga de tu cintura con un cinturón de amarre, y a través de un tubo, se filtra por cuello, pecho y espalda. No moja mucho, pero moja. Al recibir el viento, enfría. No hace falta darle a nada porque tiene un sistema automático que va rociando agua cada cierto tiempo.
El agua no es agua estrictamente. Al menos no como lo conocemos habitualmente. Es un líquido desarrolla por una empresa japonesa que "contiene ingredientes refrescantes que brindan una sensación refrescante y lo mantienen fresco durante mucho tiempo. También contiene ingredientes desodorizantes, no tiene perfume, no se siente pegajoso y es cómodo de usar". Vamos, que no vale para beber.
Y así, tira millas (o kilómetros, más bien). Es casi imperceptible, excepto por la botella que cuelga de la cintura. Depende de la velocidad, algunas pruebas como esta certifican que "enfría tanto que no creía que fuese tan fresco a 35 grados".
Su precio en Japón es una broma: el chaleco cuesta 45 euros, la botella 50 y el agua refrigerante especial, 3 euros. Y se acabó pasar calor encima de la moto. Ojalá llegase a Europa, pero de momento RS Taichi no se comercializa aquí.