Para poder mejorar sus técnicas de conducción sobre la moto, en concreto controlar y aprovechar el derrapaje a gran velocidad, Jorge Lorenzo saltó el charco hasta la escuela del marciano Kenny Roberts. El antiguo triple campeón del mundo, y considerado el maestro en esa especialidad, aconsejó y guió a Jorge durante doce días de lecciones, para que la temporada que viene podamos verlo de lado con la moto, o al menos, para que mejore su buen pilotaje...
Todavía recuerdo cómo me quedaba boquiabierto cuando llegaron los americanos a darnos en las narices con aquéllas derrapadas alucinantes, que estaban reservadas para ellos y nadie más. Después, poco a poco, más pilotos comenzaron a abrir gas antes de tiempo, y ya cuando Crivillé pasó por la granja y era cosa habitual verlo derrapar, fue lo más. Por suerte, hemos dejado atrás la época en que los españoles dominaban las categorías inferiores del motociclismo, y ahora ya somos una potencia con los pepinos de MotoGP.
Vía | motograndprix