Fin de semana para olvidar en el Campeonato del Mundo de MotoGP para el equipo oficial de Ducati con sus dos pilotos, Jorge Lorenzo y Andrea Dovizioso. Aunque todo pintaba bastante bien el viernes en el caso del mallorquín lo cierto es que durante la carrera fueron de más a menos para acabar superados, incluso, por monturas satélite.
Ninguno de los pilotos oficiales logró mostrarse competitivo en el tramo final de la carrera. Tras completar el primer tercio comenzaron a sufrir con los neumáticos perdiendo posiciones. Sachsenring no es de los mejores circuitos para la fábrica de Borgo Panigale pero el resultado podría haber mejorado de haber encontrado la configuración correcta.
"Nos hemos equivocado con el setting de la moto"
El desgaste del neumático preocupó desde el viernes en Ducati. Tanto que incluso su jefe de equipo Davide Tardozzi aseguró antes de la carrera que sus dos pilotos no tenían nada que hacer en las últimas ocho o diez vueltas de la carrera a pesar de que fue en lo que se centraron en trabajar durante el fin de semana.
A una vuelta eran muy rápidos, como demostró Jorge Lorenzo siendo el el mejor del viernes o el sábado peleando por la pole, pero cuando trataron de simular la carrera las sensaciones cambiaron. El que más dificultades tuvo fue Andrea Dovizioso que incluso pasó por la Q2 ya que no terminó los libres entre los diez primeros.
El #99 confesó el sábado que todavía les faltaba un poco para llegar al ritmo de Marc Márquez, que sencillamente fue inalcanzable en el Gran Premio de Alemania para los de Ducati.
El comienzo de la carrera fue bien. Lorenzo logró ponerse en cabeza mientras que Dovizioso se mantuvo en el grupo que se disputó las plazas del podio. Un resultado que ninguno de los dos podía imaginar ya que, en un trazado donde suelen sufrir mucho, al menos estaban consiguiendo competir con el resto de marcas de tú a tú.
La premonición de Tardozzi se materializó en las últimas vueltas con Lorenzo y Dovizioso perdiendo tres y dos posiciones durante los últimos 10 giros para acabar en sexta y séptima posición.
Lorenzo apostó por el neumático blando trasero; Dovizioso por el medio. Ambos sufrieron por igual, incapaces de controlar su moto a la salida de las curvas y peleando por mantener las dos ruedas alineadas.
Pero los dos pilotos difieren en opiniones. Lorenzo cree que se equivocaron con la configuración de la moto, no con la elección del neumático: "Nos hemos equivocado con el setting de la moto, nos hemos centrado demasiado en lograr mucho grip delantero pero quizás hemos descuidado un poco el trasero que al final ha sido lo que nos ha perjudicado en carrera y la razón por la que me ha sido imposible luchar por el podio", explicó el #99.
Por el contrario, Dovizioso señaló que el problema principal de la Desmosedici GP18 fueron los neumáticos: "Hasta mitad de carrera tenía los mismos tiempos que los primeros, pero después el rendimiento de la goma trasera ha bajado mucho y ya no he podido pilotar de manera fluida", comentó el italiano tras la prueba.
Lo cierto es que viendo la clasificación de la carrera los resultados dan la razón a Lorenzo. Puede que las gomas fueran parte del problema pero Danilo Petrucci con su misma montura y Álvaro Bautista con la Ducati satélite del Ángel Nieto Team lograron quedar por delante de ellos. Incluso el talaverano consiguió superar a las dos motos oficiales en la parte final de la carrera y utilizando las mismas gomas que Dovizioso.
Con estos problemas en la marca de Borgo Panigale no pueden estar contentos. Esperaban un año como el pasado, con opciones de ganar el título, y pese a que en velocidad punta siguen siendo referencia, cada vez dejan más a la vista sus puntos débiles, especialmente comparado a Honda (al menos con Márquez) y con Yamaha.
Hasta el momento ambos pilotos han conseguido dos podios. Dovizioso ganó en Catar y terminó segundo en Italia y Lorenzo ganó precisamente en el trazado de Mugello y se hizo con la victoria dos semanas después en Montmeló. Unos resultados insuficientes que les colocan cuarto y sexto en la general con 88 y 85 puntos respectivamente. Por delante no tienen sólo a Márquez, sino también a las dos Yamaha que hasta este mismo Gran Premio no estaban contentos con sus monturas y a Johann Zarco.
A Ducati todavía le quedan 10 carreras por delante para alcanzar a las otras dos fábricas punteras y maquillar lo que ha sido esta primera parte de la temporada. Una de las soluciones pasa por corregir sus problemas con las gomas y no seguir sufriendo el resto de la temporada en circuitos con mucho desgaste como puede ser Tailandia, del que incluso Márquez se quejó. Sino no tendrán nada que hacer para luchar siquiera por el podio, como mostraron en Alemania.
La siguiente parada, después del parón estival, será en la República Checa en donde Dovizioso sólo logró ser sexto la pasada temporada y Lorenzo sufrió por entrar en los puntos, acabando décimo quinto. Aunque sobre el papel no pinta muy bien ambos se muestran optimistas y esperan haber aprendido de los errores: "Volveremos fuertes en Brno", avisan.